Una representación de la compañía portuguesa Projectos de Intervenção Artística, Entremundos, puso anoche el broche de oro a la 32ª edición del festival Fitcarrer. En la plaza Major, el espectáculo cerró tres jornadas repletas de propuestas «para todo tipo de edades y sensibilidades», expresó Pau Ayet desde la organización de este veterano hito cultural.

En cuanto a la participación, «contamos con un nivel de asistencia parecido a los 20.000 espectadores del 2018», remarcó, al tiempo que destacó que la lluvia del viernes «apenas causó problemas, solo retrasó el comienzo de algunos actos, y la merma de gente se compensó con una mayor afluencia los otros días».

Como ya es habitual, la diversidad de estilos en el ámbito del teatro al aire libre fue una seña de identidad. En esta ocasión, uno de los aspectos más alabados fue la carga social de varios espectáculos. Fue el caso de Buenas noches, Europa, a cargo de Animasur, centrado en el drama de los refugiados a las puertas de nuestro continente, o un Escandall XX que desató las conciencias sobre el machismo imperante en varias facetas de nuestra sociedad. También la realidad de los discapacitados tuvo su momento en este año, así como la reflexión sobre el pacifismo, con Tanque Gurugú.

FIDELIDAD / El FitCarrer es uno de los eventos más consolidados en la agenda anual de Vila-real. Desde el equipo que prepara la cita «comprobamos una constante, que es la capacidad de sorpresa que tienen los asistentes, de modo que cada función tiene su aceptación y su público objetivo». A todo esto hay que unir el aniversario de una formación nacida en Vila-real, como es Visitants, y que es objeto de una exposición retrospectiva en la Casa de l’Oli, con fotografías que reflejan la actividad de estas tres décadas de labor artística.

En cuanto a las alternativas de esta última jornada, la plaça de la Vila fue el escenario de Seu-te!, de Acrobàcia Mínima. Un espectáculo de circo transversal que sorprendió por su capacidad de contar historias a través de la expresión corporal y el uso de las sillas como hilo conductor. A mediodía, la plaza Bayarri fue testimonio de las evoluciones del noruego John Fisherman, y su intervención #MoneyForFree, que remueve conciencias a través del uso que los ciudadanos hacen del dinero. Un juego itinerante que se repitió a las 19.45 horas.

Xa! Teatre ofreció su Murocràcia, dedicada a los quebraderos de cabeza que ocasiona la burocracia en los habitantes de a pie, y la compañía La Temeraria llevó su Pasión por un tubo a la plaza José Soriano, con el uso innovador de objetos como instrumentos musicales. Tras finalizar este fin de semana de creatividad, ya empieza el ciclo para que la ciudad albergue el 33º FitCarrer.