Tras la odisea que vivió el pasado 1 de agosto en la estación de Vila-real, la presidenta de Acudim, Fina Mora, en su viaje en tren, como adelantó Mediterráneo, el Ayuntamiento y Compromís rechazaron la actitud de Renfe, apoyaron a la asociación y reclamaron un paso subterráneo.

El portavoz del equipo de gobierno, Javier Serralvo, denuncia que el consistorio «lleva muchos años pidiendo actuaciones, tanto a Adif como a Renfe», y hace suyas las quejas de Mora hacia la compañía por su «gran falta de respeto hacia aquellas personas con diversidad funcional».

El edil aprovecha la situación para recordar las dificultades de accesibilidad que presenta la terminal y recuerdan que llevan «muchos años reclamando a Adif que sustituya la aparatosa e incómoda pasarela, que transcurre por encima de las vías, por un paso inferior». Esta infraestructura la colocaron para evitar que los usuarios cruzasen por encima de los carriles como se hacía antaño, pero suponen una fuerte pérdida de tiempo, tanto por las esperas a los ascensores como el largo y sinuoso recorrido necesario para subir y bajar de la misma.

Compromís de Vila-real también muestra su apoyo a la afectada en las redes sociales. Comentan que «es lamentable y triste que todo siga igual para las personas con movilidad reducida» y critican a la empresa por decir que es un «error puntual».

odisea / «Ya no es la primera vez que me pasa, cogí el primer tren adaptado hace cinco años para ir a València por el 9 d’Octubre y entonces los medios se hicieron eco de la noticia. Ese día lo hablé con el president de la Generalitat, Ximo Puig, y con el entonces presidente de Cocemfe, Carlos Laguna. Fue algo muy bonito, pero por desgracia, al volver ya no tuve este servicio», relata Mora sobre su primer encuentro con estos trenes que, según ella, «es habitual que no funcionen bien».

La dirigente sigue recordando con pesar su periplo en el que padeció por su salud, tras pasar un total de cinco trenes, y que ninguno de ellos pudiera subirla. «Encima soy diabética y como los baños adaptados de la estación estaban cerrados, tuvimos que salir para buscar un sitio para comer, ya que tras horas esperando empecé a encontrarme mal», detalla. Estos servicios públicos continuaban ayer fuera de servicio.

Mora recalca que puso una reclamación en Vila-real y València y sigue esperando la respuesta de la compañía tras «este incidente repetitivo». Por ello, pide la concienciación de las administraciones con su colectivo: «Parece que tengamos que ser todos ricos. Yo no me puedo permitir 300 euros en un taxi para ir y volver de València. Esperé durante horas unos trenes que debían pasar porque me informaron de ello».

A pesar de ello, Renfe quitó hierro al asunto ese mismo día y lo consideró como un «error puntual de los horarios».