Una Policía Local con 120 efectivos. Este es el objetivo que se marca el alcalde de Vila-real, José Benlloch, para los próximos cinco años. Se trata de una cifra que se encuentra lejos de los números actuales. Y es que de las 114 plazas que debería tener en la actualidad el cuerpo municipal de seguridad, únicamente están operativas 94. Una situación a la que se ha llegado en el último año y medio, de manera especial por el boom de jubilaciones, una decena de golpe, tras aprobar la Generalitat la posibilidad de hacerlo a los policías al cumplir 59 años.

Así lo anunció ayer viernes el munícipe, una vez finalizada la celebración, en la plaza de Sant Ferran, del acto conmemorativo de la festividad de Sant Miquel, patrón de las policías locales.

En este sentido, el primer edil aseveró que «con la filosofía que tenemos de hacer policía en Vila-real y teniendo en cuenta la especialización de la misma, con una veintena de unidades en ámbitos muy diversos, lo ideal sería contar con 140 efectivos, de manera que podríamos destinar una decena a lo rural», un sector que, dijo, suma buena parte de las últimas jubilaciones en el cuerpo. Sin embargo, matizó que «siendo realistas tenemos que marcar los 120 agentes en cinco años».

VACANTES // El alcalde hizo hincapié, también en su discurso, en que desde el Ayuntamiento se trabaja para convocar oposiciones para cubrir nueve plazas en propiedad, antes de finalizar el año. Benlloch reconoció que el municipio cuenta con una plantilla de la Policía Local «bastante poco dimensionada para lo que necesitamos ahora mismo, porque esta es una ciudad muy viva y con mucha actividad», lo cual obliga a tener que echar mano de la realización de horas extra.

Durante el acto institucional se reconoció al policía jubilado de mayor edad, Francisco Martín; los agentes Jesús Izquierdo, Fernando Rodríguez, Juan Manuel Ibáñez, Manuel Fortea y Lucía Ranilla; el comisario Domingo Adán; la fiscal coordinadora de delitos contra la seguridad vial, Lucía Bachero; y a la unidad de Intervención de Armas de la Guardia Civil de Burriana.

PLANTÓN // Por otra parte, representantes sindicales y agentes de la Policía Local de Vila-real mostraron ayer su malestar por el retraso, por parte del Ayuntamiento, del pago de horas extra realizadas por efectivos del cuerpo municipal de seguridad. Una deuda que se arrastra desde noviembre y que, como reiteró ayer el alcalde, José Benlloch, se abonará en parte «en un plazo de 10 ó 12 días como mucho», después de que el Ejecutivo local haya decidido aplazar al 2020 dos proyectos previstos para el actual ejercicio, en concreto, la apertura de la piscina de Aquasalut y la instalación de primer juego infantil de grandes dimensiones en el jardín de Jaume I.

Una veintena de agentes, que no estaban de servicio ayer por la mañana, se concentraron en la plaza de Sant Ferran, donde se efectuó el tradicional acto institucional conmemorativo de la festividad de Sant Miquel, patrón de las policías locales. El objetivo no era otro que el de protestar por el retraso en el pago de los emolumentos, para lo que desplegaron una pancarta en la que se podían leer frases como Seguridad con dignidad; ¡Esta corporación nos ningunea!; Hartos de que nos tomen el pelo; Menos plantilla, más servicios, futuro incierto... menudo empastre; ¿Subidas de sueldos? Corporación sí, funcionarios no... Menudo ejemplo; o ¿Y este empastre de quién es?

Tampoco faltaron algunos pitos coincidiendo con el discurso del alcalde, en especial, cuando se refirió a su compromiso de mejorar la plantilla y abonar los retrasos que, dijo, «no solo afectan a los agentes de la Policía Local, sino a todos los funcionarios».