Agentes de la Policía Local de Vila-real multaron el pasado jueves a una clienta y a uno de los locales de ocio de la zona de las tascas, en la calle Pare Molina. En el primer caso por consumir una cerveza a las puertas del establecimiento, y a este por servirlo. Las sanciones se suman a otra realizada, en aquella ocasión solamente al local, tres semanas atrás.

Los hosteleros consultados por Mediterráneo recuerdan que llevan «un año y medio pidiendo al Ayuntamiento que regule esta actividad lo más pronto posible». Y es que lamentan que, atendiendo a que desde el consistorio aseguran que están trabajando en el tema, «se sancione por ello». «Lo único que queremos es estar en igualdad de condiciones con el resto de establecimientos de la ciudad», explican, en tanto en cuanto consideran que se está haciendo un «seguimiento especial» por parte de la policía a este espacio al que denominan de «tradición gastronómica», una figura que contempla la legislación valenciana en materia de salud y que permite que los ayuntamientos concreten áreas de concentración de personas en las que se puedan consumir bebidas con menos de 20 grados.

Por otra parte, los gerentes de los establecimientos insisten en «el apoyo social» que están recibiendo y que les da «ánimos para seguir adelante y pedir una solución a este asunto». De hecho, una iniciativa en Change.org ya suma más de 1.600 firmas.