El Festival Internacional de Curtmetratges de Vila-real Cineculpable puso ayer su contador a cero para la edición del 2019, la número 22, en la que se confía en seguir creando cantera cinéfila, tanto en la gran pantalla --donde anoche se proyectarán las 10 obras de la Sección Provincial firmadas por realizadores y realizadoras de la terreta-- como en las aulas. Y es que en este inicio de festival aterriza un año más Cinexpress, una actividad para inculcar el amor por el séptimo arte al alumnado de Secundaria.

Una iniciativa que tiene como escenarios de filmación las calles de la ciudad. Durante cuatro jornadas, grupos de estudiantes de ESO del instituto Broch y Llop y del colegio Fundación Flors trabajan a contra reloj y con el patrocinio de Reciplasa para elaborar los cortos que, basado en la sensibilización por el reciclaje, se exhibirán en la gala de entrega de premios del viernes.

ALFOMBRA ROJA // Mientras, el Auditori Músic Rafael Beltrán Moner desplegó anoche su alfombra roja para arrancar las sesiones, totalmente gratuitas, de los pases de los cortos seleccionados para el certamen, en este caso, los de producción provincial. En total, 10 trabajos, entre ellos cuatro óperas primas, optaban al premio Manuel Villarreal al mejor corto provincial --grabados en la zona o dirigidos por castellonenses--, dotado con 1.500 euros.

Fueron 117 minutos de viaje visual por la comedia, fantasía, terror y dramas históricos. L’ansiat premi, una ficción documental en clave de comedia histórica dirigida por Cristian Font, Javier Batalla y Migue Lorente, abrió la sesión. Le siguieron Lazos, de Juanjo Clausell, un drama ambientado en Aín que aborda el tema del suicidio; y 98, una historia de bonus track, del vila-realense Álvaro Beltrán, sobre las aventuras del grupo de superhéroes conocido como Los Inmutantes.

FICCIONES // Y a estos continuaron Confessió, de Eric Benajes, una fantasía que protagoniza un cura de Nueva York que se replantea los cimientos de toda su vida y sus creencias cuando sus sentimientos hacia otra persona le hacen tener alucinaciones en la vida real; La última apuesta, ficción de terror que firma Joaquín Gil; Lo veo, obra en clave de comedia de Raquel Caballero y Marcos Sproston; el drama histórico de temática bélica Pawns (Pablo Pagán); X, un thriller psicológico de Domingo Ortega; y Cien inviernos, de Sergi González, un drama sobre segundas oportunidades ambientado en Santiago de la Espada (Jaén), el pueblo paterno del director vila-realense. Cerró el círculo Magna Mirum Post Mortem, ópera prima de Daniel Segarra, que versa sobre religión y conversaciones espirituales con la Virgen que hacen tambalear los cimientos de la profunda fe de Carmen a las puertas de la muerte.

‘OFF’ PROVINCIAL // Con todo, la jornada de ayer tuvo otros alicientes previos a la proyección de los cortometrajes elegidos para el certamen, por cuanto en el Espai Jove se visionaron, a partir de las 19.00 horas, todos los trabajos provinciales presentados a la edición del 2019 de Cineculpable y que quedaron fuera de la selección de obras que optan a ganar el galardón de la sección.

Respecto a hoy, y además de la continuación de Cinexpress, el Auditori Municipal acoge la primera sesión de los cortos del apartado oficial, con El Síndrome del Ártico (Borja Echevarría); O28 (Otalia Caussé, Geoffroy Collin, Louise Grandel, Antoine Marchand, Robin Merle y Fabien Meyran); Ferides (Joan Pauls); Eran otros tiempos (Alejandro Talaverón); Class Ranandeg (Marziyeh Riahi); Dudillas (Pedro Rudolphi); Un barril (Gustavo Carvajal); Mi nombre es Koji (David Muñoz); Skin Language (Unai Lahuerta); y Rígido (Fernando M. López y Pablo Miralles).