Intentar ofrecer a la ciudadanía acciones sencillas pero eficaces para evitar agresiones machistas. Este es el objetivo de los talleres de defensa personal para mujeres que, cada vez en mayor número, programan organismos públicos o, como es el caso de este reportaje, entre la comunidad educativa.

Ayer, el gimnasio del instituto Francesc Tàrrega fue el escenario de una de estas iniciativas. Esta vez, organizada desde la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAMPA) de Castellón. 14 féminas --socias de la AMPA y alumnas-- tuvieron ocasión de aprender técnicas básicas «para responder a cualquier agresión y violencia de género, aprendiendo conceptos y llaves básicas para poder zafarse del agresor, huir y pedir ayuda», explica a Mediterráneo el instructor del taller, Fernando Jiménez, quien además de ser agente de la Policía Local de Vila-real acumula una experiencia de 30 años en el aprendizaje y enseñanza de artes marciales.

Aprender a anular en parte la acción de quien agrede a una mujer, ya sea en la calle o en su propia casa, es la finalidad de esta iniciativa. De hecho, enseñan claves para defenderse de un ataque, agarrando por el pelo, las manos o los brazos o, si es el caso, otras para poder escapar cuando ya se está en el suelo y con riesgo de una violación.

«Hay que aunar fuerzas para luchar contra una plaga que crece cada día como es la violencia de género», destaca Jiménez, quien incide: «La sociedad debe entender que cuando hay una emergencia, en ese mismo instante, dependemos de nuestras propias fuerzas hasta que llegan los profesionales».

Y es que empoderar a las mujeres es necesario para que puedan sacar valor del miedo que todos tenemos y enfrentarse a cualquier acción violenta.