Las fiestas fundacionales de Vila-real quieren abrirse más a la participación e implicación de la sociedad. Con este objetivo, las concejalías de Tradiciones y de Turismo trabajan en un plan de potenciación de estos festejos y que se plasmará este fin de semana con una primera avanzadilla con la ambientación de comercios y calles con motivo del mercado medieval, una feria que estará operativa del viernes al domingo desde la calle Pere III hasta el jardín de Sant Pasqual.

De hecho, esa implicación que se busca desde las áreas de Tradiciones y Turismo, que ayer avanzaron los ediles Noelia Samblás y Diego Vila, ya se verá reflejada con la participación de los establecimientos asociados a la Unió de Comerç de Vila-real (Ucovi) y de los puestos del Mercat Central, que se ambientarán en la época.

«El mercadillo medieval se ha convertido en un atractivo turístico muy importante, que nos ayuda a seguir consolidándonos en nuestra marca de Ciudad de Eventos», dijo el edil Vila.

Un total de 120 serán los puestos que se instalarán en el entorno de la basílica del patrón, en los que se venderá artesanía y productos de alimentación, pero que también contará con una sala de torturas, la villa de artesanos, oficios antiguos, exhibición de cetrería o tiro con arco.

La concejala Samblás incidió en que «tenemos que ir más allá para que febrero sea el mes de la defensa de nuestras raíces».