El alcalde de Vila-real, José Benlloch, visitó esta semana las instalaciones deportivas municipales que ya acogen entrenamientos de clubes locales desde la primera semana de septiembre, siguiendo con el proceso de desescalada del Servei Municipal d’Esports (SME), que cuenta con protocolos por el covid-19 avalados por la Cátedra del Deporte de la Universidad Politécnica de València. Durante la visita, Benlloch aseguró que «a partir del 1 de octubre estará todo abierto para dar servicio a los socios y usuarios del SME».

Benlloch insistió en que «estamos en un momento muy complicado y la seguridad absoluta es muy difícil pero, por nuestra parte, a través del SME, hemos trabajado todo el verano».

El alcalde reafirmó la apuesta de Vila-real por la marca de Ciudad de la Salud y el Deporte, con cerca de 75.000 metros cuadrados de instalaciones deportivas, «el triple que hace nueve años». «Para nosotros el deporte es salud pero también economía, por lo que necesitábamos reactivar de nuevo la maquinaria, pero eso sí, con responsabilidad y prudencia», señaló al tiempo que agradeció la colaboración de los 69 clubes locales. «Somos conscientes de que en estos momentos hay muchas restricciones en tema de aforos o presencia de madres y padres en los entrenamientos, por ejemplo, pero hemos querido ser prudentes y poco a poco, si todo va bien, iremos permitiendo más cosas», afirmó.

El primer edil también ha subrayado el esfuerzo económico extraordinario que supone para el Ayuntamiento mantener el 100% de la oferta deportiva para esta nueva temporada aplicando todos los protocolos de prevención por la pandemia y con dos nuevas instalaciones, el pabellón Joan Baptista Llorens y la piscina de Aiguasalut, por lo que animó a hacerse socio del SME.

INVERSIÓN / Por su parte, el edil de Deportes, Javier Serralvo, explicó que desde mayo se ha trabajado en el protocolo para la reapertura de instalaciones deportivas, de la mano de la Cátedra del Deporte de la Universidad Politécnica de Valencia. Entre las medidas destaca la separación de zonas de entrada y salida, la toma de temperatura y desinfección de manos a la hora de acceder al recinto, la prohibición de usar los vestuarios, la obligación de utilizar la mascarilla hasta el momento de comenzar la actividad, el mantenimiento de las distancias de seguridad, y un importante refuerzo de limpieza y desinfección. Unas medidas que han supuesto un coste de 150.000 euros, según Serralvo. Además, el edil aseguró que los clubes han adoptado también sus propias medidas como la desinfección del material antes y después de cada entrenamiento.