La empresa de champiñones Manantial Vilamico, que Fundación Manantial abrió en Vila-real hace pocos meses, está a pleno rendimiento y su producción ya llega a mercados mayoristas de España, como los de Castelló, Mercabarna o Mercamadrid. Con todo, desde la entidad responsable del proyecto apuntaron ayer, durante la visita que el conseller de Economía Sostenible, Rafael Climent, realizó a las instalaciones de la calle Ana Nebot López, acompañado por el alcalde, José Benlloch, que desde esa mercantil de carácter social están trabajando para la internacionalización de su producción de hongos, que confían en exportar en breve al mercado francés.

La fundación invirtió 1,5 millones de euros en la compra y transformación del antiguo almacén de naranjas, ahora Centro Especial de Empleo reconocido por la Generalitat valenciana al dar trabajo a 15 personas con problemas de salud mental que, a su vez, son socios de la compañía --ostentan el 51,2% de las acciones--.

El presidente de la entidad, Francisco Sardina, indicó que la fórmula de la economía social no es nueva, pero «no está suficientemente desarrollada». «Es una forma de dar opción a que los grupos menos favorecidos se integren socialmente y que estas personas asuman el timón de su vida y dejen de ser vistas como personas enfermas», señaló Sardina.

Por su parte, el conseller Climent argumentó que este tipo de iniciativas son esenciales para contribuir a la transformación del modelo productivo e incidió en que desde el Gobierno autonómico trabajan también en esa línea. «Es imprescindible apoyar la economía social y por ello en el 2021 aumentaremos la dotación de las ayudas en concurrencia competitiva para este tipo de proyectos hasta un 43,6% más para llegar a los 5,3 millones de euros», avanzó.

INYECCIÓN DE FONDOS / Climent destacó «la importancia de producir en el territorio». En este sentido, el titular autonómico de Economía subrayó que Fundación Manantial «es un claro ejemplo de que es posible acogerse a las ayudas disponibles en la Conselleria para este tipo de proyectos». De hecho, el responsable de la Fundación aseguró que concurrirán a las subvenciones a las que puedan optar para dar «un espaldarazo» a esta empresa que lanzaron con recursos propios.

Mientras, el alcalde Benlloch destacó el esfuerzo realizado para hacer realidad Vilamico y recalcó la sinergias entre la Administración y los sectores privado y social para facilitar su lanzamiento. Y alabó este tipo de iniciativas, «puesto que la gente no quiere subvenciones, quiere trabajar y tener una vida digna gracias a ello».

Benlloch valoró que esta acción puede servir de aliciente a la llegada, en un futuro, de más empresas agroalimentarias a esta zona de la ciudad para crear un clúster de un tipo de industria «de baja intensidad y que genera pocas molestias», comentó. Y avanzó que el consistorio está elaborando un plan sobre las naves disponibles y el estado que presentan, así como su propiedad, para avanzar en el proyecto de futuro.

El 91% del equipo que trabaja en Vilamico son personas con problemas de salud mental a quienes, de esta forma, les facilitan «los procesos de recuperación y de plena inclusión laboral».