El alcalde de Vila-real, José Benlloch, declarará mañana viernes como testigo en el juicio que se desarrolla en la Audiencia Provincial para dilucidar si hubo irregularidades en la relación contractual de la empresa Piaf con el Ayuntamiento, en el periodo 2006-2011. Un juicio por el que están procesados el exalcalde popular Juan José Rubert; el que fuera su concejal de Servicios Públicos, Ramón Tomás; el técnico y jefe de este departamento en esa época, Miguel Ángel Zorrilla; y cuatro personas vinculadas a la mercantil: los germanos Alejandro y Antonio Pons, Francisco Vicente Berenguer y Miguel Lobo.

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Según ha podido saber Mediterráneo, el actual munícipe vila-realense testificará en la quinta sesión (la de mañana) a petición de las defensas de, al menos, varios de los acusados. Unas defensas que desde el primer momento basaron su posicionamiento en asegurar que es un procedimiento con un «interés político».

Una postura que choca con la que hasta ahora han defendido los funcionarios de alto rango del Ayuntamiento en aquel periodo, por cuanto el que fue secretario entonces, Martín Orihuel, mantuvo su afirmación de que sí que ve un presunto delito en los procedimientos para realizar varias de las obras que llevó a cabo la mercantil Piaf en Vila-real. E incluso observa perjuicio para el consistorio, por cuanto, en algún caso, como en el de la reforma del trinquete, el hecho de haberla sacado a concurso hubiera podido derivar en un ahorro para las arcas locales.

De manera similar testificó a última hora de la tarde del martes, por espacio de dos horas y media, el interventor municipal, Juan Enrique Andrés, quien ratificó que animó al alcalde Benlloch a remitir a Fiscalía los endosos firmados por Rubert, que recogían facturas emitidas por Piaf por trabajos que dijo haber realizado y que, en parte, los técnicos del Ayuntamiento negaron que se hubieran hecho efectivos.

Y es que el sumario incluye los documentos que acreditan que el exalcalde Rubert firmó los endosos con facturas presuntamente irregulares por importe de unos 600.000 euros el día 9 de junio, solo dos jornadas antes de que tomara posesión como primer edil el socialista José Benlloch.

PAGO POR EL BANCO / Asimismo, únicamente un día después de que Rubert rubricara los endosos, el Banco Sabadell abonó el importe correspondiente a Piaf. Posteriormente, la entidad financiera, aunque ya con un nuevo ejecutivo local, pretendió cobrar esa cantidad del consistorio, a lo que se negó Benlloch, tomando como referencia lo avalado por los técnicos.

Precisamente, este es uno de los puntos en los que el Ministerio Fiscal mantiene la petición de absolución de los acusados, ya que, aunque considera que sí que hubo acciones irregulares al respecto, no se produjo un perjuicio económico para las arcas de Vila-real