Crear una normativa municipal respecto a la Séquia Major de Vila-real en su tramo urbano, desde la avenida Francia hasta la de Arcadi García Sanz, que unifique criterios en cuanto a pavimento o distancia de los árboles para evitar que las raíces dañen los laterales del canal.

Esta es una de las propuestas planteadas por el presidente de la Comunitat de Regants de la localidad, Pasqual Broch, reelegido hace unas semanas como presidente de esta entidad, propietaria de la construcción, para el próximo cuatrienio.

A principios de diciembre, como ya publicó Mediterráneo, la Concejalía de Servicios Públicos y en base a los informes emitidos por los técnicos municipales, inició la tala de una veintena de chopos que, con edades de entre 25 y 40 años, «representaban un riesgo para los viandantes, por cuanto se rompían las ramas y las raíces generaban problemas importantes a los muros de la Séquia Major».

Un inconveniente, el de los daños al canal que cruza de norte a sur el casco urbano, que ha denunciado en diferentes ocasiones la Comunitat de Regants de Vila-real, como entidad propietaria. «La acequia es nuestra y es de todos. Es un punto de pluviales porque cuando llueve abrimos todas las compuertas para que el agua vaya allí y luego al mar, por lo que nos gustaría que esta realidad quedara plasmada en un convenio con el Ayuntamiento ahora que la relación es buena», indica Broch, quien añade que «este canal podría convertirse en un paseo muy bonito para la ciudad, una diagonal que concede un aspecto singular porque no hay pueblos en los que una acequia con agua pase por en medio de las calles, como pasa aquí».

También surgieron voces, hace varios años, que apuntaban a la posibilidad de cubrir este trazado, pero desde el colectivo de los regantes descartan, en estos momentos, que se plantee realizarse. «La acequia tiene una finalidad agrícola y taparla no podemos. En todo caso, podría entubarse, pero vemos que cada vez más hay más voces como arquitectos o paisajistas que coinciden en que tiene valor por ser singular y algo diferencial. Ante eso, aunque antes alguien pudiera pensar la tapamos y ya, actualmente tiene más atractivo tal y como está», tal como indicó Broch.

El presidente de los regantes asume una segunda etapa al frente de este colectivo que integran más de 4.500 comuneros con terrenos en algunas de las áreas que cubre en tres localidades: Vila-real, les Alqueries y Burriana, con cerca de 2.000 hectáreas.