Decenas de agentes de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía llevan a cabo, desde las 15.00 horas, férreos controles en las entras y salidas de Vila-real, con el objetivo de dar cumplimiento al cierre perimetral de la ciudad decretado -junto a la capital de la provincia, Castellón- por la Generalitat para los municipios de más de 50.000 habitantes.

Patrullas de agentes se turnan para tener vigilados los principales accesos, como son los del norte y el sur, así como los que conectan con las vecinas localidades de Burriana y Onda.

En el caso de la Policía Local, las patrullas cuentan con el apoyo de dos drones, que mediante megafonía informar de las limitaciones a los vecinos y los conductores, así como con los perros de la Unidad Canina.

En principio, no se están originando grandes retenciones, por cuanto los efectivos policiales intentan minimizar el efecto de estas labores de vigilancia en el tráfico rodado.