Los sectores de la hostelería y el ocio de Vila-real salieron ayer, por tercer miércoles, a las calles para demostrar su malestar convocados por la Asociación Ashiovi que aglutina a estos empresarios.

El presidente de la entidad, el restaurador Emilio Miralles, apuntó que el mensaje sigue siendo el mismo: «Salvemos la hostelería, ayudas directas ya». «Pedimos al Ayuntamiento que, una vez el dinero esté disponible, agilice los trámites para que podamos cobrar lo antes posible», reclamó Miralles, que valoró que estas aportaciones económicas no serán efectivas antes de mediados de marzo.

«Va demasiado despacio y hay mucha gente desesperada porque, además de los gastos de nuestra profesión, existen obligaciones en el ámbito personal que dependen de los ingresos. Nos expropian el derecho a trabajar pero sin darnos una compensación a cambio», reprobó el representante de Ashiovi, quien prevé que muchos afectados acabarán recurriendo a la justicia para recuperar, a largo plazo, parte del dinero, como ha pasado en otras autonomías.

Manifestación pacífica

Ayer se dieron cita cerca de 150 personas, según Miralles, en la concentración y manifestación pacífica por las calles céntricas de la ciudad tras la que leyeron un texto en el que los hosteleros tildaron su situación de «cierre injusto, indigno e ineficaz». «Una decisión que está llevando a la ruina a miles de familias humildes y trabajadoras», dijeron.

La previsión para el próximo miércoles, si les autorizan, es realizar una marcha con vehículos. «Iremos subiendo el rango de protesta», aseguró Miralles, que habla sobre la posibilidad de que los locales abran sus puertas si se mantiene la obligación de cierre. «Como asociación no vamos a marcar una pauta. Cada uno que decida si se arriesga o no porque la multa es severa. Sí valoramos una apertura simbólica», avanzó.

Representantes políticos, encabezados por el alcalde, José Benlloch, y el edil de Economía, Xus Madrigal, mostraron su apoyo a estos sectores. Pese a que las quejas se dirigen a las administraciones, Madrigal defendió: «Nuestro lema de campaña era Vila-real primer y eso hacemos, estar junto a la gente de Vila-real porque el sector de la hostelería y del ocio no es culpable de esta pandemia. Han sido todo lo responsables posible y los están sufriendo como ningún otro». «Las medidas que se toman pueden ser más o menos acertadas, pero eso no quiere decir que no les respaldemos», indicó el concejal de Economía, que añadió: «Los restauradores saben qué puede hacer cada gobierno y cuáles son nuestras limitaciones».

Por su parte, Benlloch reseñó la importancia de estos locales como elemento dinamizador ya que «todos los sectores se retroalimentan» y afirmó que, sin recurrir a posibles irregularidades, simplificarán la burocracia para otorgar las ayudas de forma más eficaz.