El Ayuntamiento de Vila-real dará cuenta en el próximo pleno ordinario de la liquidación del presupuesto del 2020, que arroja un total de 6,7 millones de euros de remanentes de Tesorería. Una cantidad que, según subraya el alcalde de la ciudad, José Benlloch, «está ya prácticamente toda comprometida para hacer frente, entre otras cuestiones, al lastre del urbanismo del PP, al impacto de las ayudas a los sectores más afectados por la covid-19, a los pagos pendientes a funcionarios y a los nuevos retos para ir perfilando la Vila-real del futuro, como reforzar los grandes contratos de servicios municipales que debemos licitar o garantizar la cofinanciación de las subvenciones que puedan llegar de otras administraciones o de la Unión Europea en el marco de la reconstrucción poscovid».

Benlloch firmó el 15 de marzo la liquidación de las cuentas de 2020 con un remanente que «este año ha ascendido a 6,7 millones de euros, debido a que hemos tenido más ingresos de los previstos y también hemos realizado menos gastos de los que habíamos presupuestado inicialmente».

Así las cosas, de los 6,7 millones de remanentes de tesorería, dos millones se destinarán al pago de gastos pendientes del anterior ejercicio. Y de los 4,7 restantes, prácticamente uno irá a sufragar intereses por resoluciones urbanísticas heredadas del PP, a los que se suman otros 400.000 euros de una nueva sentencia que ha llegado al consistorio tras la aprobación del presupuesto. Otros 600.000 euros, aproximadamente, servirán para hacer frente al pago pendiente de la productividad de los funcionarios y se prevén 700.000 euros más para poder cubrir los grandes contratos en licitación o previstos para este 2021, como pueden ser los de mantenimiento de jardinería y de la red de alcantarillado.

Estos gastos que requieren una reserva obligada de dinero, dejan apenas dos millones de euros para completar las necesidades de gasto corriente de las diferentes concejalías y para afrontar el impacto de las ayudas anticovid, como puede ser la bonificación del IBI.

RETO DIFÍCIL // «Como siempre decimos, este equipo de gobierno no solo tiene la responsabilidad de gestionar la crisis económica y social derivada de la pandemia, sino que nuestro reto es aún más difícil porque arrastramos las crisis de la deuda y del urbanismo que nos dejó el PP, pero no vamos a dejar de trabajar para que Vila-real esté preparada para afrontar las oportunidades de la recuperación en la era poscovid», concluye Benlloch, quien ya avanzó días atrás que la ciudad optará a nuevos proyectos financiados por Europa.