Dar forma a un gran espacio de ocio público capaz de unir el casco urbano de Vila-real con el cauce del río Millars. Este es el objetivo a medio plazo que persigue el ejecutivo local liderado por el alcalde, José Benlloch, y que ha desembocado en la suspensión de licencias en una superficie de unos 20.000 metros cuadrados en el extremo noreste del área residencial del Madrigal, concretamente entre la futura prolongación de la calle Riu Segura, el camí Vell d’Onda a Castelló y la calle Sant Vicent de Paül, en las proximidades del puente de Santa Quitèria.

La idea

Según explica el concejal de Territorio, Emilio Obiol, la suspensión de licencias afecta a unos 47 propietarios de terrenos y se prolongará por espacio de dos años, periodo durante el que pretenden efectuar una «profunda reflexión del planeamiento urbanístico, en lo que se refiere a la conexión del casco urbano de Vila-real con el río», destaca el edil. Un plan que pasaría por proyectar, en principio, un gran parque con un bulevar y ampliar la calle Riu Segura (todavía sin desarrollar), así como incluir alguna dotación cultural o deportiva que se sumaría al polideportivo Sebastián Mora.

«Confiamos en que hayamos sido capaces de completar la reflexión en cuestión en estos dos años que tenemos por delante para, posteriormente, elaborar el proyecto a realizar y, a poder ser, conseguir fondos europeos para financiar su construcción», señala Obiol, quien muestra su convencimiento de que la ciudad contará, a medio plazo, «con una zona verde con salida hasta el cauce del Millars, de manera que los vila-realenses tengan la posibilidad de contar con un gran parque para pasear hasta el mismo río».

Compensación

La iniciativa de suspender la concesión de licencias de obras en el entorno de la calle Riu Segura viene motivada también por la necesidad de trasladar los aproximadamente 20.000 metros cuadrados junto al colegio público José Soriano, marcados como espacio verde en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que el consistorio pretende ceder --en cuanto disponga de la totalidad de los terrenos, de los que ahora cuenta con unos 8.000 metros cuadrados-- a la Conselleria de Educación para construir el cuarto instituto de la ciudad. Una oferta que obliga a desplazar a otro lugar, lo más cerca posible de la parcela a ceder, la superficie de área de ocio que pasará a ser dotacional, para levantar la infraestructura educativa.