La Concejalía de Economía de Vila-real trabaja ya para que el mercado ambulante pueda retornar a una ubicación más cercana al centro de la ciudad en un espacio que reúna las condiciones para cumplir las obligadas medidas de prevención ante la covid-19 como el control de aforo, las distancias entre puestos de venta y los protocolos de higiene y desinfección.

Así, el concejal responsable del área, Xus Madrigal, explica que su departamento está estudiando los posibles emplazamientos para el mercadillo de ropa y complementos, ya que en principio el de fruta y verdura, que ahora ocupa el aparcamiento frente a los juzgados, regresaría a la avenida Cardenal Tarancón, su ubicación habitual antes de la pandemia.

A petición de los vendedores

«Como ya hicimos en junio del pasado año cuando fuimos uno de los primeros municipios en reactivar los mercados ambulantes en la fase de desescalada tras el confinamiento, también ahora queremos ser sensibles a la petición de la Asociación de Vendedores Ambulantes para trasladar los puestos de venta desde la Ciutat Esportiva Municipal (CEM) al centro ahora que la actividad de la hostelería se ha retomado, para que sea de nuevo un elemento dinamizador de la economía local», explica Madrigal.

El edil recuerda que para ello es necesario garantizar la seguridad y que el recinto cumpla la normativa establecida por las autoridades sanitarias. Por este motivo, los técnicos de Economía realizarán en los próximos días mediciones en varias calles céntricas para definir el posible trazado que ocuparían las paradas.

La previsión que maneja el equipo de gobierno, ante la disminución de contagios y la llegada de la vacunación, es que ambas iniciativas comerciales puedan trasladarse antes del verano, siempre que la evolución de la situación sanitaria lo permita.

En la actualidad, recuerda Madrigal, el mercado de ropa y complementos, con actividad los miércoles y los sábados por la mañana en la avenida anexa a la CEM, alberga hasta 120 puestos de venta, mientras que en el de la fruta y la verdura de los sábados en el aparcamiento de los juzgados la cifra de vendedores ronda los 60.

«Sabemos que las ventas se han visto afectadas por el cambio de ubicación en un recinto más alejado pero desde el inicio de la pandemia la prioridad ha sido la salud de la ciudadanía y por ello fue necesario emplazar de manera temporal estas actividades ambulantes que congregan a centenares de personas en espacios más amplios y que permitieran un control de aforo y de distancias», incide el concejal de Economía.