La Asociación de Hijas de María del Rosario, las Rosarieras, está inmersa en un importante reto de cara a sus próximas fiestas anuales, en octubre. Se trata de las restauraciones de la figura de la Virgen y el Niño Jesús y, del actual guion de la entidad religiosa. El objetivo, paliar el deterioro y desgaste que sufren las piezas.

Las Rosarieras apuntan, respecto a la imagen de la carroza, que «se desconoce a ciencia cuándo fue esculpida, probablemente antes de 1871, cuando se confeccionó el primero manto. La Virgen María del Rosario es una de las pocas imágenes de esta envergadura que sobrevivió en Vila-real a la Guerra Civil, y se restauró en 1951. Setenta años después creemos que es momento de que nuestra Mare de Déu luzca como es debido». Esta actuación la realizará Francesc Chiva. También se está acondicionando el guion de la asociación, que data de 1925. Se trata, indican desde la entidad, de su segunda insignia de estas características y Pedro Ramos ha sumido el encargo de retornarle su esplendor.

Venta de geles hidroalcohólicos

Para ayudar a sufragar la importante inversión, las Rosarieras --el año pasado celebraron los 200 años de la fusión de la cofradía y la asociación-- lanzaron una campaña de recaudación a través de la venta de geles hidroalcohólicos a un precio de 3 euros que puede obtenerse en la casa social de la entidad así como en la pastelería Conso y Loles, Mantas Ana, Joyería Martinavarro, la Menera y la oficina de turismo de la ciudad.