La historia de Liam, un vila-realense de cinco años, es una historia de esperanza, de la mirada limpia de un niño hacia el mundo. Hace unas tres semanas Liam olvidó su patinete en el jardín de la Mayorazga, pero lejos de tirar la toalla y darlo por perdido para siempre, decidió dibujar un cartel con ayuda de su madre, Johanna: «Hola, me llamo Liam. He perdido mi patinete en el parque. Por favor, si alguien lo encuentra puede llamar a mi mamá al teléfono 626 291 029. Me pondré muy contento. Gracias». 

Johanna explica a Mediterráneo que bajaron un día a jugar a la Mayorazga, el pequeño llevó consigo el juguete, pero tras estar con otros niños volvieron a casa sin caer en la cuenta de que no habían recogido el patinete. 

Durante los días siguientes lo buscaron en casa, la cochera... hasta que recordaron que la última vez que Liam lo utilizó fue al ir a este espacio en la zona norte de la ciudad. «Cuando se lo dije se conformó, pero se quedó desangelado y no se le iba del pensamiento», recuerda la mamá del pequeño. 

Poco después su hijo tuvo una idea porque «es muy resolutivo»: «Hacer un dibujito para colgarlo en el parque diciendo que lo estoy buscando y así, el niño que lo tenga, me lo devolverá». La primera respuesta, como adulta, que se le pasó a Johanna por la cabeza fue decirle «cariño, no te lo van a devolver», pero «si él cree que hay personas buenas que se lo van a retornar, ¿por qué nosotros no?». 

Y dicho y hecho, se pusieron manos a la obra. «El patinete había que cambiarlo porque ya se le quedaba pequeño, es algo material. A él le haría mucha ilusión recuperarlo y tengo la esperanza que aparezca esa buena persona, pero lo importante es que es Liam el que nos está enseñando a ver el mundo como tendríamos que verlo, sin estar contaminados», detalla Johanna, quien hace hincapié en que «es una lección» que su hijo le está dando a ella: «Si él lo cree posible, ¿porqué no?».

Una mirada «mágica»

Liam no pierde la esperanza de recuperar el patinete que extravío en el parque de la Mayorazga de Vila-real. GABRIEL UTIEL

"Lo importante es que es Liam el que nos está enseñando a ver el mundo como tendríamos que verlo, sin estar contaminados»

El cartel creado por Liam y su madre, a pesar de que había dudas de que alguien pudiera quitarlo o se dañara, ha aguantado el paso del tiempo y no han sido pocas las personas que han contactado en los últimos días con esta vecina para ofrecerle un patinete. Al respecto, indica que «ese no era el objetivo, no buscaba promover un sentimiento de lástima sino de esperanza, de que apareciera esa buena persona y que la moraleja de la historia fuera que todos pudiéramos ver el mundo con la magia en que lo ve un niño pequeño».

Casualmente, dice Johanna, pocos días antes de extraviar el juguete, Liam le pidió permiso para ponerle su nombre por si lo perdía, quien lo encontrara supiera de quién era. Por ahora, parece, no ha dado resultado, pero el mensaje ha alcanzado cierta repercusión tras la publicación en redes sociales, «por lo que no hay que tirar la toalla».

Esta no es la primera vez que pasa algo similar en este parque. A finales del 2019, otro pequeño, Iago Garrigues, también lanzó un Se busca porque le habían robado su patinete, aunque pudo recuperarlo poco después.