En solo seis años, desde que la Generalitat traspasó al Ayuntamiento de Vila-real la encomienda de gestión del centro de tecnificación deportiva (CTD) --lo que permitió abrir al público esta infraestructura--, el consistorio ha invertido algo más de 100.000 euros en reparar los 1.100 agujeros que se han producido en este periodo en la cubierta del pabellón.

Así lo ha asegurado al periódico Mediterráneo el concejal del área, Javier Serralvo, quien anunció días atrás el cierre del polideportivo, en el que entrenan y compiten el Vila-Esport Fútbol Sala y el Esportiu Bàsquet Vila-real, para evitar daños a los usuarios y ante el riesgo de desprendimientos de trozos de la cubierta que, desde que comenzó a utilizarse el recinto en el 2015, empezó a presentar problemas de filtraciones y acumulación de agua de lluvia.

Una situación que confirma, como indica el informe emitido por el Servei Municipal d’Esports, que el techo del pabellón padece defectos estructurales que, según la valoración de los técnicos de la Concejalía de Territorio, requerirá de una inversión de medio millón de euros para su reparación integral y definitiva.

Una inversión que desde el consistorio plantean que tiene que asumir la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte, «porque es la propietaria de este centro de tecnificación».