Costó, porque la situación sanitaria la condicionó, pero finalmente el Ayuntamiento de Vila-real ha podido hacer entrega este viernes de la Medalla de Oro de la ciudad --el máximo reconocimiento que concede el consistorio a personalidades y entidades del municipio-- a tres instituciones centenarias: la Comunidad de Regantes de Vila-real, la Asociación de Hijas de María del Rosario y la Congregación de Hijas de María Inmaculada.

Con esta ceremonia, en el Auditorio Municipal Músico Rafael Beltrán Moner, el consistorio ha retomado los actos institucionales suspendidos por la pandemia. 

Además de la restricción de aforo del Auditorio, también se ha limitado la presencia de autoridades sobre el escenario y solo los portavoces de los grupos municipales y los premiados, además del alcalde, José Benlloch, y la concejala de Relaciones Institucionales, Noelia Samblás, estuvieron en escena.

Dolores Cortés o mosén Guillermo también fueron homenajeados. Gabriel Utiel

Tras la apertura de la sesión por parte del alcalde, Samblás leyó el acuerdo plenario del 24 de noviembre de 2020 en el que, por unanimidad de todos los grupos municipales, se concedió la Medalla de Oro. Entre el público, otros honores de la ciudad como los hermanos Colonques, Dolores Cortés o mosén Guillermo

Purisimeras: por su relevancia religiosa, histórica y cultural de sus fiestas de diciembre

La Congregación de Hijas de María Inmaculada es una de las instituciones religiosas más importantes y longevas de Vila-real. Fundada en 1756 en el convento e iglesia del Rosario, donde vivió y murió el patrón de la ciudad, Sant Pasqual. El colectivo religioso desarrolla una destacada labor pastoral y social, centrada sobre todo en los más jóvenes, a través del fomento de los valores de la religión católica. 

Núria Bonet, en nombre de las purisimeras, recibió el reconocimiento del alcalde, José Benlloch. Gabriel Utiel

Rosarieras: por su función solidaria, piadosa y formativa, en parte dirigida a la juventud

La Asociación de Hijas de María del Rosario conmemoró el pasado año su 200 aniversario. Esta entidad fue fundada en 1820 en la iglesia Arciprestal, integrada por mujeres jóvenes y solteras, siguiendo las directrices de las congregaciones marianas. Destaca además la importancia como bien inmaterial de sus fiestas anuales, y en especial de la Missa del Roser, en torno a la festividad del Rosario, el 7 de octubre.

La presidenta del colectivo, Cristina Pesudo, recogió la distinción en representación de las rosarieras. Gabriel Utiel

Regantes: Por su ejemplo de mediación para el uso de un bien muy preciado, el agua

La Comunidad de Regantes cumplió 150 años en 2020. Tiene como función prioritaria la administración de las aguas de riego del Millars, la gestión de las obras de aprovisionamiento, conducción y distribuciones del caudal de agua concedida, así como el financiar de manera asociada las obras realizadas y su explotación. Destaca también su apuesta por la sostenibilidad y el mantenimiento del patrimonio hidráulico. 

El presidente del colectivo, Pasqual Broch, recibe la medalla de parte del alcalde. Gabriel Utiel