La basílica de Sant Pasqual de Vila-real estrena puerta de acceso tras instalarla ayer. El proyecto forma parte del plan de mejora del templo del patrón de la ciudad, impulsado por la Fundación Pro Monasterio y Basílica de San Pascual, con el que pretenden potenciar la figura del santo y todo lo relacionado con él para atraer visitantes aprovechando «uno de los principales recursos patrimoniales, espirituales y culturales de Vila-real y la provincia», indica el alcalde de la ciudad, José Benlloch.

Un grupo de operarios colocó ayer las nuevas puertas de acceso a la basílica de Sant Pasqual de Vila-real.

El Ayuntamiento ha realizado una aportación de 92.140 euros para la renovación de la entrada oeste del templo, mientras en el interior siguen realizando mejoras, como la colocación de cuatro nuevas luminarias o la renovación de los bancos de madera. La iniciativa del patronato de la Fundación para el 2021, aprobado a finales del ejercicio pasado, puso el foco en los programas de visitas guiadas, con la integración de la sala de recepción, rehabilitada recientemente, en el conjunto y avanzar en la consolidación y adecuación del entorno. Para ello, contarán con 30.000 euros.

Con todo, desde el consistorio destacan los trabajos desarrollados durante los últimos años con la adecuación del centro de recepción de visitantes, financiado por la Diputación a expensas de iniciar su funcionamiento, o las inversiones de más de 300.000 euros para la mejora del entorno, con intervenciones como las puertas exteriores o el nártex y coro de la iglesia. «Tenemos muchos proyectos e ideas en marcha para seguir promoviendo el conocimiento y la estima de la figura de Sant Pasqual en todo el mundo», defiende el primer edil.

Benlloch preside la Fundación Pro Monestir constituida en el 2015. El patronato lo forman el consistorio, la Fundació Caixa Rural Vila-real, la Asociación Amics del Pouet del Sant, el obispado, las madres clarisas y la Diputación.

Y es que Vila-real tiene en la basílica y el legado de su patrón, Sant Pasqual, uno de sus estandartes. Construida sobre la antigua ermita de Nuestra Señora del Rosario, la basílica está flanqueada por dos campanarios de alrededor de 50 metros, con la campana de volteo más grande del mundo, y tiene uno de los mejores carrillones del ámbito internacional.