El Ayuntamiento de Vila-real adaptará el presupuesto municipal a las necesidades de la desescalada y a la cofinanciación de proyectos imprescindibles para el desarrollo de la ciudad a través de una modificación de crédito de cerca de 6 millones de euros que se aprobará en una próxima sesión plenaria.

Esta reestructuración “potente” --como la define el alcalde, José Benlloch-- de las cuentas de 2021, aprobadas de manera definitiva hace apenas un mes, responde a una triple motivación Y es que el equipo de gobierno ha detectado la necesidad de “adaptar el presupuesto al ritmo de desescalada, que se está produciendo de forma más rápida de lo previsto, debido al avance de la vacunación y una evolución positiva de la pandemia”. Por ello, "el consistorio también debe dar pasos adelante". Como ejemplo, el munícipe vila-realense ha anunciado, en una entrevista en Medi TV, que se trabaja para llevar a cabo en octubre el traslado del servicio de Atenció i Tràmits a la planta baja del rehabilitado edificio del Gran Casino, para mejorar la atención a la ciudadanía y ampliar el espacio disponible en las dependencias municipales, algo que facilitará la progresiva reincorporación al trabajo presencial del personal municipal que aún está realizando teletrabajo debido a la pandemia.

Acciones con otras administraciones

Por otro lado, la modificación del presupuesto también permitirá que el consistorio pueda hacer frente a su aportación económica para diferentes proyectos que otras administraciones están desarrollando o activarán en breve en la ciudad. Es el caso de la adecuación del entorno de la estación de ferrocarril para la construcción de un intercambiador de transportes, un proyecto que lleva a cabo Renfe pero que debe completarse con una intervención municipal que rondará los 225.000 euros.

Asimismo, se garantizará una partida presupuestaria para la rehabilitación de la alquería de Botànic Calduch, una vez que la Diputación de Castellón ha confirmado que financiará el proyecto para completar la zona ajardinada a través del Plan 135, con una aportación de 126.000 euros. “Se trata de proyectos imprescindibles para el desarrollo y mejora de la calidad de la vida en la ciudad que requieren de cofinanciación por parte del Ayuntamiento”, remarca Benlloch, quien apunta otras necesidades que justifican la modificación del presupuesto, como “la adquisición del solar para el cuarto instituto, de manera que podamos poner el terreno a disposición de la Conselleria de Educación cuanto antes”. Tal y como avanzó Mediterráneo el pasado viernes, a este apartado se asignarán en torno a 700.000 euros, con los que se financiará la expropiación de los entorno a 15.000 metros cuadrados que se requieren para completar la parcela a ceder a la Generalitat para que edifique el centro educativo junto al colegio José Soriano.

Futuros fondos europeos

Por otro lado, el ejecutivo que lidera Benlloch pretende adelantarse a la llegada de fondos de la Unión Europea disponiendo ya en el presupuesto de consignación económica para hacer frente a cofinanciación de futuros proyectos en el marco de la reconstrucción poscovid. “Sabemos que llegará una inyección económica importante de Europa y una gran parte será para la rehabilitación de edificios públicos con criterios de sostenibilidad y eficiencia energética, con subvenciones que pueden llegar al 80% del coste de los proyectos, pero las administraciones beneficiarias deberemos adelantar la inversión”, subraya el alcalde. Vila-real tiene en cartera la adecuación del edificio de los antiguos juzgados para reubicar las dependencias de la Concejalía de Economía, así como el departamento de Tesorería, un iniciativa que se enmarcaría en esta cofinanciación de la mano de la UE.  

Finalmente, el primer edil vila-realense explica que "la rápida desescalada que se está produciendo hace necesario completar las partidas de gasto corriente de las concejalías, con la finalidad de que puedan hacer frente a las actividades de los próximos meses, que se intensificarán a medida que la pandemia remita". Unas actividades entre las que muy probablemente se incluirán las que se integren en la programación de las fiestas patronales de la Mare de Déu de Gràcia, en septiembre, que Benlloch confía en que puedan llevarse a cabo "aunque con un formato distinto al conocido hasta ahora".