Vila-real, como el resto del país, suma algo más de un año de restricciones, en algunos periodos muy estrictas, para frenar la pandemia del covid-19. Un año en el que buena parte de la actividad cultural, también promovida en los colegios de la ciudad, ha tenido que paralizarse.

Pero lejos de olvidar algunas acciones de este tipo, tanto escolares como docentes han sido los primeros en solicitar que, coincidiendo con las nofiestas de Sant Pasqual, se acercaran hasta los centros educativos los populares gegants de Vila-real. En esta ocasión, han participado en la iniciativa Pasqualet y Marigracieta.

«Debido a la situación actual, solo hemos ido a los colegios que nos lo han solicitado expresamente», explica Carlos Chiva, presidente de la Colla Gegantera de Vila-real, de la que también forman parte Javi Martín, Ángel López, Laura Viciano, Pasqual Sebastià y Santi Cortells. Esta vez, únicamente Javi y Carlos han podido responder a la llamada de las escuelas Pascual Nácher, Virgen del Carmen y La Panderola, por cuanto la mayor parte del resto de integrantes del colectivo «se encuentran fuera trabajando».

Más de 600 escolares

La iniciativa ha llegado a más de 600 escolares vila-realenses que, de esta forma, han incluido la tradición gegantera en las diferentes actividades con las que han conmemorado las celebraciones festivas sampascualinas.

«Desde el primer momento, teníamos muy claro que la Colla no nacía únicamente para pasear y hacer bailar a los gigantes --la ciudad cuenta con dos parejas: Pasqualet y Marigracieta, y Jaumet y Pinella--, sino que queríamos acercar estos elementos tradicionales a la gente, en especial a los más pequeños», tal como explica Chiva.

En el proyecto, los portadores cuentan a los alumnos de Infantil y Primaria quienes son los gigantes, cuánto miden y qué pesan, qué simbolizan, de qué material están hechos o cómo hay que colocarse la faja para cuidar la espalda. Pero no solo eso, sino que también responden a las preguntas de los niños, «algunas de ellas tan curiosas como dónde duermen, si tienen hijos o por donde miramos cuando caminamos o bailamos con estas piezas», comenta Carlos Chiva.

Se trata de una iniciativa que ya venía realizándose antes de la pandemia y que se pretende recuperar para el nuevo curso.