El Ayuntamiento de Vila-real aspira a contar, en breve, con un total de 11 viviendas de uso social. Y es que el equipo de gobierno, que lidera el socialista José Benlloch, solicita a la Generalitat la cesión de los seis pisos y casas que la Administración autonómica adquirió en la ciudad, en el marco de la convocatoria que se realizó para incrementar su parque de inmuebles destinados a este fin.

Estas dependencias se sumarían a las cinco que ya dispone el consistorio y que, tal como apunta el munícipe, «permitirían hacer frente a situaciones de emergencia de familias que necesitan de un hogar, aunque ello sería de forma temporal hasta que se encontrara una solución definitiva».

Distribución

«La intención es que los cinco inmuebles del Ayuntamiento se destinen a pisos-puente para unidades familiares con casos muy concretos, y de los que son del Consell, dos irían para uso social como tal y cuatro los reservaría el consistorio; de estos, dos podrían asignarse con un convenio a la Fundación Manantial, ya que tienen un proyecto para favorecer la autonomía personal de personas con enfermedad mental», detalla el primer edil.

Al respecto, esta última distribución de las casas sería otra de las iniciativas en las que trabaja la Fundación Manantial, que ya tiene en funcionamiento un Centro de Rehabilitación e Integración Social (CRIS), junto al centro de día de enfermos de alzhéimer de la calle Cardenal Tarancón; así como la empresa Vilamico, dedicada al cultivo de champiñones y otras setas y en la que trabajan personas con enfermedad mental.

Modelo a exportar

Con todo, el alcalde se muestra esperanzado de conseguir la cesión y apunta que «son pisos que pueden dar mucho juego, con una capacidad para entre tres y siete residentes, que harían vida comunitaria allí bajo la coordinación de un tutor», y añade que «es un modelo que podría exportarse a otros lugares».