Vila-real completará la instalación de las nuevas cámaras de vigilancia, tanto de tráfico como de edificios municipales, antes de final de año. Así, por lo menos, prevé que suceda el intendente general jefe de Policía Local de Vila-real, José Ramón Nieto, que concreta que los dispositivos se deben recepcionar antes del 15 de julio y luego será otro departamento municipal el encargado del montaje. En un primer momento se apuntó a que el proceso podría realizarse este verano aunque finalmente la previsión amplía los plazos.

El máximo responsable policial explica que estos nuevos elementos de vigilancia «ofrecen muchas opciones» por lo que suponen una mejora respecto a los que están funcionando actualmente. Así, por ejemplo, Nieto detalla que se trata de cámaras de 360 grados que pueden atender, a la vez, diferentes demandas.

Funcionalidades

Pero no solo eso, también disponen de buena calidad para la vigilancia nocturna, sirven para la detección de movimiento o matrículas así como para contabilizar el paso de personas por un lugar. En este sentido, Nieto pone algunos ejemplos. «En los centros públicos, se puede programar para que, a partir de una hora --cuando haya acabado la atención y el servicio de limpieza--, salte la alarma si se detecta una entrada. En el caso de vehículos con alguna alerta, si localiza la matrícula saltaría un aviso inmediatamente y si interesara saber cuánta gente transita por un determinado lugar a una hora concreta, también se podría hacer gracias a estos mecanismos», explica el mando policial.

Las imágenes de todos los dispositivos se grabarán y almacenarán el tiempo máximo permitido legalmente pero la Policía Local podrá decidir qué ver en el muro (o videowall) existente en las dependencias del cuerpo municipal.

Respecto a las ubicaciones, el responsable policial señala que habrá nuevos puntos de control en las rotondas de la avenida Grecia o la del cruce entre José Ramón Batalla y Alemania o los accesos a las principales áreas industriales aunque el criterio general será que los viales con mayor paso cuenten con una cámara y también se sustituirán algunas de las antiguas en zonas de alto flujo de vehículos o personas --como las de la glorieta de las avenidas Cedre y França o la de la esquina de la avenida Pius XII con Cardenal Tarancón--. Estos sistemas ya existentes se recolocarán en calles con una menor exigencia de control.

El Ayuntamiento adjudicó a Berdin SL, por un importe de cerca de 50.000 euros, el suministro de las nuevas cámaras de tráfico y videovigilancia para ampliar las 46 ya existentes, 11 de las cuales están en zonas peatonales, e integradas en la Red Corporativa Municipal (RCM) de fibra óptica propia por toda la localidad y que interconecta los diferentes edificios de titularidad municipal.