El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Vila-real trabaja en una solución pactada con los sindicatos para cubrir la falta de personal en el departamento de Servicios Sociales y que revierte en una sobrecarga de trabajo para los profesionales de esta área. Una carencia de empleados que, según indicaron desde el consistorio, se explica «por la provisionalidad de las plazas, motivada por la actual legislación estatal en materia de personal de la administración pública establecida en la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local». 

Ante esta tesitura, fuentes de la corporación recordaron que han tenido que recurrir a programas para cubrir las necesidades de trabajadores en el área social, pero «duran poco tiempo y no son atractivos para los aspirantes, una circunstancia que ha provocado una provisionalidad en las plazas que redunda en un perjuicio en la atención al ciudadano».

Este factor ha provocado que, «a pesar de haber creado plazas y buscado soluciones, como acudir a convenios con otros municipios, la realidad es que en estos momentos hay vacantes, aunque no se trata de un problema de falta de voluntad ni falta de consignación presupuestaria», remarca el concejal de Servicios Sociales, Álvaro Escorihuela. En este sentido, el edil recuerda que en la actualidad están tramitando dos bolsas para cubrir vacantes de trabajador y educador social. La primera cuenta con 300 aspirantes y la segunda, con alrededor de un centenar. 

Primera reunión entre las partes

Así, la primera teniente de alcalde y coordinadora de Alcaldía, Silvia Gómez; el teniente de alcalde de Economía, Xus Madrigal; y el propio edil de Servicios Sociales y Personal, Álvaro Escorihuela, se reunieron ayer con representantes de los sindicatos UGT y CCOO para abordar este asunto y acordaron abrir una línea de diálogo y consenso para «alcanzar una solución satisfactoria y pactada», apunta Escorihuela, quien asegura que la intención de hallar una solución, «más si cabe en un momento de tanta dificultad como el actual, debido a la crisis económica y social derivada de la pandemia», insiste el concejal del área.

Hace varios meses, el sindicato UGT exigió una reunión urgente con los responsables municipales para tratar esta problemática y, tras no obtener respuesta, denunciaron sentirse «menospreciados». Así, denunciaron estar «sobrepasados en su trabajo, con continuos cambios de profesionales, vacantes no cubiertas y formando parte de una organización muy debilitada que dilata la atención a más de un mes en el mejor de los casos».

Además, criticaron que se incumplen plazos administrativos y «lo más doloroso es que se generan desatenciones sociales que se convierten en urgencias con el consiguiente sufrimiento de los ciudadanos y los trabajadores».