Entró en la política municipal en junio del 2019, con 32 años de edad, ocupando el cargo de portavoz adjunto del PP en el Ayuntamiento de Vila-real y con la clara vocación de liderar el partido y encabezar la candidatura popular en las elecciones municipales del 2023, relevando así a Héctor Folgado. Un liderazgo que empezó a ejercer el pasado 10 de julio, cuando el congreso local le eligió como nuevo presidente de la formación.

-¿Cómo afronta la presidencia del PP de Vila-real y cuáles son sus retos de futuro en su partido?

-Afronto la presidencia con mucha ilusión, pero también con la tremenda responsabilidad que supone liderar el proyecto que va a liderar el cambio en el gobierno local después de tres legislaturas de gobierno socialista. Tengo el gran honor de haber contado con los avales del 92,63% de los afiliados, lo que pone de manifiesto la unión del partido en torno a este proyecto. Por delante, el reto de mejorar la conexión con la sociedad y de volver a recuperar la confianza de nuestros vecinos.

-¿El relevo en la máxima representación de los populares en la ciudad, ¿tiene como fin recuperar los votos perdidos por el PP en las dos últimas legislaturas?

-Sin lugar a dudas, que nuestros vecinos vuelvan a confiar en nuestro proyecto es uno de los principales objetivos. La mejor manera de poder ser útiles a la sociedad es aplicando nuestras políticas desde el gobierno y para ello vamos a trabajar. Después de una década de ejecutivo socialista, el tiempo de las excusas, los eslóganes y anuncios vacíos de contenido llega a su fin. Estamos listos para devolver la ilusión a esta ciudad y prepararla para los retos que debe afrontar en el futuro.

-¿Y cuáles son esos retos?

-Hay muchos, pero uno de los principales es dar el impulso necesario para que Vila-real vuelva a ser un referente. Necesitamos reactivar el tejido comercial, que atraviesa importantes dificultades y que es clave para la dinamización de la ciudad. La Administración no puede esperar a darles ayudas solo cuando se manifiestan porque la situación es límite. También necesitamos que se generen oportunidades atractivas para que las empresas no se vayan fuera y sigan creciendo. Hay que ofrecer buenas condiciones y una política fiscal que incentive nuevos proyectos e inversiones.

-En los últimos años, la confrontación ha sido una de las características entre equipo de gobierno y oposición. ¿Piensa que esa debe continuar siendo la fórmula o apuesta por tender puentes, pese a las diferencias ideológicas?

-Un proyecto como el nuestro que aspira a representar a una amplia mayoría de los vila-realenses debe buscar siempre el diálogo en aquellos temas que sean claves para el futuro de la ciudad. Durante la pandemia hemos demostrado que es posible llegar a acuerdos, pero también quiero dejar claro que lealtad no significa sumisión. Mi pacto está con los vecinos y es a ellos a los que me debo, por lo que no dudaré en reivindicar lo que la ciudad necesita o seguir denunciando aquellas decisiones del gobierno socialista que perjudican a los vila-realenses, como la subida de un 10% en la contribución.

-¿Cuáles son las acciones o proyectos irrenunciables?

-Desgraciadamente, después de 10 años de gobierno socialista en Vila-real, seguimos esperando el cuarto instituto, el edificio propio para la Escuela Oficial de Idiomas, el centro de salud de Torrehermosa, la conexión con la AP-7, nuevos colectores que eviten inundaciones en algunas zonas o el desdoblamiento de la carretera Vila-real-Burriana... La falta de ambición y de visión de futuro provocará también que la esperada y necesaria ronda suroeste llegue tarde y mal: a un solo carril por sentido y terminando en tierra de nadie, sin conexión con la N-340. Esos son algunos de los proyectos a los que no podemos renunciar.

-¿Tiene ya una idea de quienes formarán parte de la candidatura del PP en Vila-real para el 2023?

-Este proyecto no es solo el de Adrián Casabó, sino que es un proyecto en conjunto. Queda bastante para definir la candidatura del PP para las próximas elecciones, pero creo que las características de ese equipo se han visto en el nuevo organigrama. Gente joven que aporta frescura, ganas e ilusión, pero también gente con experiencia en la gestión y en diferentes ámbitos profesionales, pero todos con un denominador común: su pasión por Vila-real y un estrecho vínculo con la sociedad.

-Usted siempre se ha caracterizado por su talante dialogante y de entendimiento con las opiniones de los demás. ¿En la carrera que acaba de iniciar al frente del PP local… mantendrá ese talante?

-Por supuesto que sí. Los valores que me ha transmitido mi familia y que son fundamentales en mi vida, como el diálogo y el respeto, seguiré poniéndolos en práctica en esta nueva etapa. De hecho, una de mis primeras acciones ha sido iniciar una ronda de contactos con todas las formaciones políticas del Ayuntamiento. Los vecinos nos piden que seamos capaces de dejar de lado nuestras diferencias y lleguemos a acuerdos en temas clave para el futuro.