Hierbas y arbustos que invaden parte de la calzada del camino Vora Riu de Vila-real, tanto desde la parte que da al cauce del río Millars como a la acequia de la margen derecha del vial, generan inquietud y malestar entre los usuarios de esta vía rural, muy utilizada por vecinos de Vila-real y de Almassora para acceder a ambos municipios. Un malestar que se basa en la sensación de inseguridad que se deriva de la estrechez del vial en algunos puntos.

Y es que, a la poca amplitud de este camino en algunos tramos ya conocidos por los conductores, en especial los que transcurren desde la estación depuradora de Vora Riu hasta la altura de la autovía que une Burriana con Almassora, se suma ahora la invasión de vegetación que amplía esa estrechez hasta el punto de hacer imposible que se crucen dos coches.

La cuestión que se plantean los usuarios del vial, también los ciclistas que lo utilizan para entrenar, es a quien corresponde eliminar esa vegetación, por cuanto la misma surge, en buena parte, de los laterales del cauce del río Millars que, a esta altura, se integra en el marco de la figura del Paisaje Protegido y, por tanto, podría ser competencia del consejo rector del mismo o, incluso, de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), organismo encargado de gestionar los acuíferos de la cuenca y sus áreas de afección.