Vila-real lleva registrados, en lo que va de año, 31 accidentes de tráfico con fuga, según los datos recabados por la Policía Local, de los que se han conseguido esclarecer el 61% de los casos tras la investigación correspondiente de los hechos, para lo que resulta fundamental la declaración de testigos, la existencia de cámaras de videovigilancia y la colaboración de talleres de automóviles y de Astrauto. El intendente de la Policía Local, Ramón Martínez, explica que en esta treintena de casos únicamente se han producido daños materiales, sin lesionados.

De los 31 accidentes, seis de ellos fueron localizados por los agentes de manera inmediata y se instruyó atestado como investigados por la comisión de un delito contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia de alcohol y drogas. Según indica Martínez, «normalmente el conductor que ocasiona un accidente y decide darse a la fuga lo hace para intentar ocultar infracciones más graves, como es el consumo de alcohol o drogas, o que carece de los permisos de conducir necesarios». En ocasiones, los conductores huidos también manifiestan que es por no dar cuenta a la compañía de seguros y no perder la bonificación correspondiente.

El intendente insiste en que, en caso de incidente con víctimas graves, huir «puede ser constitutivo de un delito de omisión del deber de socorro» y el Código Penal incluye un nuevo delito a este respecto.