Todavía faltan unas horas para que Vila-real ponga el broche final a sus fiestas patronales de septiembre, lo hará con el lanzamiento de dos castillos de fuegos simultáneos a la 22.30 horas desde los parques de Alaplana y Mayorazga, a semejanza de los lanzados el día de Sant Pasqual —el 17 de mayo—, pero la Mare de Déu de Gràcia ya ha vuelto a ocupar su casa durante el resto del año en la ermita ubicada en el paraje del Termet.

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Así fue el último día de fiestas de Vila-real R. D. M.

Poco antes de las 17.00 horas ha arrancado el protocolo para devolver a la moreneta, a hombros de sus portadores, a su residencia. Tras la ofrenda floral de la reina y damas de las fiestas ha dado comienzo la procesión de retorno hasta el colegio de los Carmelitas donde el grueso de la población y las entidades religiosas, los gegants y los colectivos musicales El Trull y La Lira le han dicho adiós hasta el próximo año.

La corporación municipal y el clero, así como los vecinos que así lo han deseado, la han acompañado hasta la ermita en un recorrido que ha hecho una parada en el cementerio donde ha tenido lugar un responso y que ha prescindido del rosario cantado, según ha indicado la edila de Tradiciones, Noelia Samblás. Por la situación sanitaria de pandemia también se ha evitado celebrar el besamanos que se solía hacer dentro de la capilla a modo de despedida por lo que esta ha tenido lugar en la plaza del Pastoret.

Esta última jornada festiva, tras 10 días de actividad y cerca de 90 actos programados, también ha contado con un tobogán acuático en el que han participado las cortes de honor del 2019 y del 2022 así como del concierto de Mocedades en la plaza Major.