Este viernes se ha confirmado el final de la okupación de la famosa casa de la calle Major de Vila-real valorada en 600.000 euros, propiedad de Caixa Rural Vila-real. La presión policial y mediática ha provocado la huida del grupo de jóvenes provenientes de Barcelona que accedieron a la vivienda a principios de este mes de junio.

Diez días después de confirmarse la okupación esta ha llegado a su fin, después de muchas horas de control por parte de los cuerpos de seguridad para evitar que aumentara el número de inquilinos, cuantificado entre cinco y siete personas según la Policía Nacional y testigos presenciales que han ido viendo desfilar por la entrada de la vivienda a los okupas.

Este pasado jueves ya había indicios de que la okupación estaba cerca de finalizar. Los protagonistas habían ido sacando enseres de la casa durante la tarde, objetos y mobiliario que cargaron en un pequeño camión. En escasamente cinco minutos la mudanza estaba hecha. Este mismo viernes, a primera hora de la mañana, la propiedad y varios agentes de Policía lograban acceder a la vivienda, confirmando que ya no había rastro de los okupas.