La recientemente restaurada Virgen del Rosario de Vila-real ya está en la iglesia arciprestal. La Asociación de Hijas de María del Rosario, Rosarieras, trasladó ayer la imagen desde su casa social, Mossén Gil, hasta el que será su hogar durante los próximos días.
Dan inicio así a los festejos anuales de la entidad religiosa, que continuarán hasta el próximo día 12 de octubre con una comida fin de fiestas que, como apunta la presidenta de la entidad, Cristina Pesudo, les gustaría que se consolidara en el tiempo. Los días fuertes serán los dos primeros domingos de octubre sin olvidar el jueves 7, fiesta litúrgica de la Virgen.
A la tradicional ofrenda de flores de las asociadas y cofrades, se sumará esta vez la ofrenda de la Medalla de Oro que la ciudad concedió a la asociación el año pasado, coincidiendo con su 200 aniversario, aunque no fue hasta abril de este 2021 cuando pudo materializarse la entrega a causa de la pandemia del covid.
La programación, como no puede ser de otra forma tratándose de una entidad religiosa, tiene un fuerte componente espiritual, aunque habrá espacio para otras iniciativas como el certamen literario, el viernes 8 de octubre, con la entrega de premios y la actuación de la charanga Els Bufits.
Las responsables de la entidad apuntan que el programa de actos está sujeto a cambios debido a que en el momento de imprimir el libro no estaba confirmado, por ejemplo, si la procesión podrá salir a la calle o no, cuestión que se comunicará con antelación entre otros, a través de otra de las novedades de este año, el Punto Rosa, que ofrecerá información. «Estamos bastante contentas porque, dentro de las circunstancias actuales, vamos a poder realizar unas fiestas bastante normales», destaca la presidenta.
