Los integrantes de la Comissió de Penyes de Vila-real quieren seguir en el cargo para poder organizar unas fiestas con «cierta normalidad», pese a que este año deberían ceder el testigo, algo que suele darse cada dos años. Y es que, a duras penas, han podido celebrar, aunque con muchas limitaciones, el reparto del popular tombet o la ofrenda a los patronos, Sant Pasqual y la Mare de Déu de Gràcia.
La presidenta de la entidad, Susana García --que asumió el puesto en noviembre del 2019-- ante una circunstancia como la pandemia del covid-19 y que ha obligado a cancelar varios periodos festivos, el planteamiento que se realizará a los peñistas en la asamblea extraordinaria de mañana es poder alargar su responsabilidad para «marcharnos después con la sensación de haber podido hacer algo». Una máxima que García no cree que tengan problemas para conseguir porque «cuesta encontrar peñistas sustitutos».
Con todo, la entidad que aglutina a cerca de un centenar de peñas oficiales hizo un llamamiento a través de las redes sociales para sumar nuevos integrantes y, por ahora, indica García, ya han recibido varias respuestas positivas, incluso de gente de colectivos no oficiales, por lo que no será posible que entren a formar parte de la junta de la Comissió.
«Ahora somos ocho personas en la directiva y nuestra intención es incorporar a todos los que quieran entrar, sin cupo, para explicarles cómo se trabaja aunque siempre habrá quien les ayude», asegura la presidenta.