El Periódico Mediterráneo

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CAMPAÑA INFORMATIVA

Vila-real insiste en la prohibición de dar comida a palomas y tórtolas en la vía pública

El objetivo es evitar que se formen colonias de estas aves y generen molestias e insalubridad

La estatua de Llorens Poy en homenaje a los agricultores de Vila-real es lugar de posado de las palomas de la zona.

Reiterar la prohibición de que vecinos y visitantes de Vila-real den de comer a palomas y tórtolas en la vía pública. Este es el objetivo de la campaña que el concejal de Servicios Públicos, Xus Madrigal, ha anunciado que se llevará a cabo en las próximas semanas, con la finalidad de evitar la formación de colonias de estas aves, que llegan a ocasionar serias molestias y problemas de insalubridad allí donde deciden posarse.

Una campaña que será complementaria a las acciones que, por ejemplo, se estudian llevar a cabo para evitar que el medio centenar de tórtolas que han escogido la plaza Sant Ferran como su espacio vital continúen generando incomodidades al vecindario, en especial a los alumnos del colegio Concepción Arenal, en cuyo patio defecan las aves, lo que genera preocupación entre el profesorado, por los problemas de salud que puedan ocasionar.

El problema

«El hecho de que la gente alimente a las palomas y las tórtolas, y también a otros animales como los gatos, es un problema», señala el concejal Madrigal, quien apuesta por «concienciar a la ciudadanía» antes que imponer sanciones, por cuanto estas acciones están expresamente prohibidas en la Ordenanza de Convivencia Ciudadana de Vila-real.

La plaza del Llaurador de Vila-real es uno de los espacios públicos en los que es habitual observar decenas de palomas y tórtolas. JOSEP CARDA

Y es que, en la gran mayoría de los casos, son ancianos los que dan comida a estas aves. «Lo hacen de buena voluntad y para pasar el rato, sin ser conscientes del problema que puede generarse. Es por ello que lo que hay que hacer es explicarles las cosas con palabras», asevera Madrigal, quien reitera que ya se estudian intervenciones para la plaza Sant Ferran.

Unas acciones en las que, como informó ayer Mediterráneo, no se descarta el uso de rapaces para alejar a las tórtolas, como ya hiciera en el 2016 y el 2017 en la plaza de l’Alguer y en Estadio de la Cerámica y su entorno, respectivamente. Con todo, el edil Madrigal insiste en que los técnicos serán quienes decidirán qué método puede ser el más efectivo para acabar con el problema que ocasionan estas aves colúmbidas. También se plantea su captura y traslado a otro lugar fuera de la ciudad o el uso de sonidos de rapaces. 

Efectos sobre el patrimonio local

La presencia de colonias importantes de palomas y tórtolas en puntos concretos de la ciudad de Vila-real no solo genera molestias e insalubridad a los residentes en esa zona en cuestión, sino que sus excrementos atacan directamente al mobiliario urbano, así como también en elementos del patrimonio local, como son las fachadas de edificios históricos o los monumentos en la vía pública.

Se trata de un problema que afecta a todas las ciudades y que, en el caso de Vila-real, se hace especialmente evidente en la plaza del Llaurador, donde incluso ocupan los rincones de la escultura del artista local Vicente Llorens Poy en homenaje a los agricultores. Tampoco faltan en El Termet y en la plazoleta del Pastoret.

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