Murcia, Huesca, Ciudad Real, Albacete, Madrid, Tarragona y otras provincias catalanas, Córdoba, Cuenca, Teruel o Lugo son algunas de las procedencias de los 200 vendedores que montarán el próximo domingo sus puestos en la tradicional Fira de Santa Caterina de Vila-real. Son 23 paradas que llegarán a la ciudad de municipios de fuera de la Comunitat Valenciana, lo que representa un 11,5% del total.
Un porcentaje que se incrementa significativamente al sumar los vendedores de la Comunitat, a excepción de los de la provincia. En este caso son 56 comerciantes, un 28% más, originarios, entre otros, de municipios como Ontinyent, València, Alicante, Sueca, Sagunt, Torrent, Elx, Alaquàs, Paiporta, Silla, Calp, Burjassot, Tous, Alzira, Paterna, Villena, Xixona, Onil, Dénia o la Vila Joiosa. En total, 79 paradas procedentes de municipios de fuera de las comarcas castellonenses expondrán su género el próximo domingo, día 28, en el algo más de un kilómetro de trazado de la cita ferial.
Los restantes 121 puestos corresponden a vendedores de Vila-real (60) y de otras localidades de la provincia de Castellón (56). Embutidos artesanales, turrones, elementos típicos de la Navidad, frutos secos, productos naturales o artesanía taurina copan la oferta que llega de Cabanes, Eslida, la Salzadella, Figueroles, Cervera del Maestrat, Almenara, la Vall d’Uixó, Castelló, Betxí, Onda, Burriana, Suera, Segorbe, Sant Joan de Moró o el mismo Vila-real.
Promoción
Se trata de un compendio de procedencias tan variopintas y que alcanza a todo el territorio español que, en buena medida, será uno de los elementos que el Ayuntamiento de Vila-real, a través de la concejalía que encabeza el edil Diego Vila, pondrá sobre la mesa para defender que la Fira de Santa Caterina sea declarada por la Generalitat como fiesta de interés turístico autonómico. En cuanto se logre ese objetivo, la feria se sumará a la Semana Santa vila-realense en este reconocimiento autonómico.