El Periódico Mediterráneo

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LA PANDEMIA SE COBRÓ LA EDICIÓN DEL 2020

Vila-real revive su Fira de Santa Caterina tras el parón por el covid

Vecinos y visitantes salen a las calles para disfrutar de este tradicional evento prenavideño

Muchas familias, o amigos, se han reunido para recorrer juntos el trazado de este evento que, por el covid, ha variado ligeramente. ERIK PRADAS

Solo las mascarillas, y algún ligero cambio de recorrido respecto a los últimos años, han hecho recordar hoy que la Fira de Santa Caterina de Vila-real -de interés turístico provincial- no era todo lo normal que solía ser antes de la irrupción del coronavirus. Una cita que según han indicado a Mediterráneo los ediles de Comercio, Diego Vila, y de Seguridad Ciudadana, Silvia Gómez, ha transcurrido sin incidencias destacadas.

Los vecinos y visitantes de la ciudad tenían ganas de reencontrarse con esta tradición local tras un año sin convocarse por el covid y que, como anunció Vila recientemente aspira a conseguir la declaración de fiesta de interés turístico autonómicoHa habido un gran ambiente, tanto en el trazado como en las vías cercanas. Bares y restaurantes, librerías o jugueterías, entre otros establecimientos, han abierto sus puertas por el tirón de Santa Caterina y lo han notado, para bien.

No se han instalado paradas en el tramo de Major Sant Doménec, más estrecho que el vial anterior y, por lo tanto, propicio a grandes concentraciones de personas. Para huir de las aglomeraciones, máxima a evitar en tiempos de pandemia, las 200 paradas de diferentes productos típicos de fechas prenavideñas se han instalado en un recinto que ha sumado espacios como, por ejemplo, en la avenida Cardenal Tarancón.

Ganas de salir

Julio Campos, que desde hace más de 12 años monta su puesto de figuras del pesebre, ha señalado que «la gente tiene ganas de salir» por lo que el ambiente que ha notado era similar al de años prepandemia. Los elementos con movimiento o luces, a parte de los pastores, han sido de los más demandados. También es habitual la presencia del puesto de Turrones Agut de Benlloc. José Manuel ha relatado que sus bisabuelos ya acudían a una feria que este año le ha parecido incluso más participativa que la edición del 2019. Los sabores tradicionales de turrón, el de praliné o los pastissets de glòria son los que mejor acogida tienen. 

Y también Pachi Rubio, cuyos suegros ya montaban en Santa Caterina, ha afirmado que la jornada ha ido muy bien, tanto o más que antes del covid-19. Entre lo más demandado en su parada, los garrapiñados, las castañas o los dátiles. 

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