Sin orejas. Así han dejado los gamberros al burro que forma parte del montaje del Nacimiento de Jesús que el Ayuntamiento de Vila-real ha instalado a las mismas puertas de Ca la Vila. La escultura de yeso no es la única en la que se aprecian daños, ya que también se visualizan en las puntas de los cuernos del buey y en las manos del niño.

Raro es el año en el que el pesebre -tanto si se instala en las escalinatas del ayuntamiento como en la plaza de la Vila- no sea objeto de acciones que lo dañan de alguna forma, y sea por causas accidentales o motivadas por actos de gamberrismo. Ya en el 2019, el espíritu navideño se vio empañado por la sustracción de la figura central de este peculiar belén, el Niño Jesús. Afortunadamente, el Ayuntamiento disponía de otra pieza de reserva, lo que permitió reponerlo a las pocas horas,

En la imagen se aprecia con claridad que los gamberros rompieron las orejas del burro del pesebre vila-realense. JOSEP CARDA

Los casi habituales incidentes que sufre el pesebre municipal han obligado en varias ocasiones a crear una caseta, con barrotes incluidos, para proteger las esculturas de las posibles intenciones de los desaprensivos que, consciente o inconscientemente, atentan contra una de las tradiciones más genuinas de la ciudad.

Según ha podido saber Mediterráneo, tras la agresión vandálica son algunas las cámaras que vigilan día y noche este montaje ubicado en las escalinatas de la fachada de la casa consistorial, con el objetivo de facilitar la identificación de los autores de estas acciones contra el patrimonio local.

Otras agresiones recientes

Los gamberros ya dejaron su huella días atrás en la plaza de l'Alguer, cuando tiraron y desvalijaron uno de los árboles con los que la asociación de vecinos Cervantes decora algunos espacios de la zona. Un acto vandálico que algunos temían que pudiera pasar, pero que no quita, por ahora, la ilusión de proseguir con esta acción vecinal, como apunta el presidente de la entidad, José Miguel Serrano, quien aseveró nada más conocerse los hechos que «será una decisión de la junta, pero espero que quieran mantener la iniciativa, ya que es una lástima que unos pocos descerebrados se impongan a una mayoría tolerante. Personalmente estoy muy contento porque hubo gente, familias, que se acercaron a hacerse fotos con la decoración».

Para evitar nuevos ataques, valoran fórmulas como colocar los adornos más altos y nuevos emplazamientos. El árbol de l'Alguer no se restituirá, reiteran desde la entidad vecinal, pero prevén instalarlo junto a la biblioteca central.