El Periódico Mediterráneo

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AGRESIÓN AL PATRIMONIO LOCAL

Vigilancia extra para salvar de los gamberros el Nacimiento de Vila-real

El consistorio instala cámaras y aumenta la presencia policial en toda la zona centro

Los gamberros han arrancado literalmente las orejas del burro que forma parte de la escena del Nacimiento instalado a las puertas del ayuntamiento de Vila-real.

El Ayuntamiento de Vila-real ha intensificado la vigilancia en torno al Nacimiento municipal, instalado junto a la entrada principal a la casa consistorial, después de que el burro del pesebre haya sido objeto de un acto vandálico que le dejó literalmente sin orejas. Una vigilancia que se apoya, fundamentalmente, en la colocación de cámaras y con la indicación específica de área videovigilada. Según informan desde el consistorio, esta medida ha ido acompañada de un incremento de la presencia policial en toda la zona centro.

La escultura de yeso no es la única en la que se aprecian daños, ya que también se visualizan en las puntas de los cuernos del buey y en las manos del niño.

Y es que resulta raro el año en el que el pesebre --tanto si se instala en las escalinatas del ayuntamiento como en la plaza de la Vila-- no es el blanco de acciones que lo dañan de alguna forma, ya sea por causas accidentales o motivadas por actos de gamberrismo. Ya en el 2019, el espíritu navideño se vio empañado por la sustracción de la figura central de este peculiar belén, el Niño Jesús. Afortunadamente, el consistorio disponía de otra pieza de reserva, lo que permitió reponerlo rápidamente.

También en este caso, fuentes municipales confirman que se dispone de elementos de repuesto, de manera que ya se ha gestionado la sustitución del burro al que se han roto las orejas.

Al respecto, la primera teniente de alcalde y concejala de Seguridad Ciudadana, Silvia Gómez, reclama a la ciudadanía en general «respeto hacia el Nacimiento, no solo porque se trata de una propiedad municipal y, por tanto, de todos, sino también, y sobre todo, porque se trata del símbolo más importante de nuestra Navidad y de la tradición cristiana que celebramos en estos días».

Personal de refuerzo

Es por ello que, como indica la edila Gómez, «el Ayuntamiento, y en concreto el área de Policía Local, hemos reforzado la vigilancia para tratar de evitar que se repita este tipo de actos vandálicos. Pero es intolerable tener que utilizar recursos públicos a causa de las acciones incívicas de unos pocos, que atentan contra la sensibilidad de mucha gente».

Los casi habituales incidentes que sufre el pesebre municipal han obligado en varias ocasiones a tomar medidas para protegerlo, como la creación de una caseta, con barrotes incluidos, para guardar las esculturas de las posibles intenciones de los desaprensivos que, consciente o inconscientemente, atacan una de las tradiciones más genuinas de la ciudad.

También un árbol

Los gamberros ya dejaron su huella días atrás en la plaza de l’Alguer, cuando tumbaron y desvalijaron uno de los árboles con los que la asociación de vecinos Cervantes decora algunos espacios del barrio. Un acto vandálico que no quita, por ahora, la ilusión de proseguir con esta acción vecinal, como apunta el presidente de la entidad, José Miguel Serrano, quien calificó a los autores de «descerebrados» y confió en mantener una iniciativa que cuenta con una gran aceptación popular entre el vecindario. 

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