Vila-real recupera mañana miércoles el formato más original de la tradicional Cavalcada de Reis que, cada año, organiza la Joventut Antoniana, tras el paréntesis del 2021, cuando la entidad se vio obligada a reformular el paseo de los Magos de Oriente a consecuencia de la pandemia del covid-19, de manera que estos recorrieron 129 calles de la ciudad, que sumaron un total de 35 kilómetros.

Pero mañana, a partir de las 18.30 horas, la cabalgata recupera su espíritu y arrancará, como de costumbre, desde la sede de los antonianos, en el Raval del Carme, para enfilar las avenidas Pius XII, La Murà y Francesc Tàrrega, y seguir por Ignasi Vergara, Polo de Bernabé, plaza de Sant Pasqual, Raval de Sant Pasqual y Major Sant Jaume para llegar a las plazas de la Vila y Major, donde serán recibidos por las autoridades municipales.

Y en ella, además de las típicas carrozas de Melchor, Gaspar y Baltasar, con sus respectivos séquitos, no faltará la animación que ofrecerán durante todo el recorrido dos compañías de teatro vila-realenses: Scura Splats y Xarxa Teatre. Eso sí, la organización ha optado por suprimir la plataforma infantil, en la que desfilaba un centenar de niños, como medida de seguridad.

Además, todos los participantes llevarán mascarilla y guardarán la correspondiente distancia de seguridad, con el fin de evitar al máximo los posibles contagios por covid. Asimismo, desde la Joventut Antoniana piden "prudencia" a quienes salgan a la calle para recibir a los tres Magos de Oriente y les instan a que también usen mascarilla en todo momento y a guardar la distancia con el resto de espectadores.

La cita, declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial, tiene diferentes aspectos que la diferencian de otras, entre ellas ser la más antigua de la provincia, su carácter benéfico e incluir la canción del tirorí, que los niños dedican a Sus Majestades para reclamarles atención y que les traigan los esperados regalos. 

Regalos y videollamadas

Decenas de familias han apurado las últimas horas previstas en el calendario para llevar a los antonianos los regalos que repartirán los Reyes Magos en la mañana del jueves. JOSEP CARDA

Ilusión y esperanza caracterizan este año las celebraciones en torno a la fiesta de los Reyes Magos que, tras un año de dificultades por la pandemia del covid, recupera en buena medida las características que le son propias en Vila-real, en especial las que suponen la llegada de los regalos a sus destinatarios, de manos de los propios Melchor, Gaspar y Baltasar.

En los últimos días, decenas de personas han aprovechado para entregar en la sede de la Joventut Antoniana cientos de paquetes que los Magos de Oriente repartirán este año solo el día 6 por la mañana, ya que el repunte de los contagios de coronavirus ha obligado a suspender las visitas nocturnas, por cuanto en ellas los reyes entraban en las casas de las familias que así lo habían solicitado.

Pero el de los regalos no es el único éxito de esta edición más normalizada de la festividad, sino que otra de las apuestas que los antonianos arrancaron el pasado año se ha consolidado de forma abrumadora. Y es que han sido unas 200 las videollamadas que los Magos han realizado no solo a niños vila-realenses sino también, como informan desde la entidad, a pequeños de otros puntos de España, después de que sus familias lo encargaran previamente.