La emoción de los más pequeños, y no tan jóvenes, de Vila-real no ha sido únicamente hoy por recibir los regalos de Sus Majestades sino por hacerlo directamente de mano de alguno de los tres Reyes Magos y sus ayudantes. Y es que este año no solo volvió la cabalgata tradicional adaptada al covid, también lo ha hecho el reparto diurno de regalos que organiza Joventut Antoniana con carácter solidario: el dinero que consiguen con los encargos se destina a la atención de cerca de 70 famílias con pocos recursos a las que prestan ayuda desde la entidad social y religiosa y que, desde hace 94 años se encarga de garantizar que Melchor, Gaspar y Baltasar lleguen a Vila-real y puedan llevar a cabo su labor.

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Las imágenes del reparto de los regalos de los Reyes Magos en Vila-real ERIK PRADAS

Las caravanas reales han tenido una mañana muy ajetreada. Desde Joventut Antoniana informan que han entregado en mano más 500 paquetes en más de 300 domicilios en los que, en muchas ocasiones, se han agolpado integrantes de varias generaciones deseosos de ver si los Reyes habían satisfecho los deseos que los menores les habían hecho llegar a través de sus cartas. La entrega se ha llevado a cabo a pie de calle o bien usando una vara que permite hacer los regalos a casas o balcones de los pisos más bajos. La llegada de las comitivas son siempre sinónimo de alegría y no se limitan al núcleo urbano, también acuden a masets o casas por todo el término municipal porque la ilusión de los más pequeños no entiende de localización.

También vía Whatsapp

Aunque esta actividad diurna sí se que se ha celebrado, por cuanto se realiza en la calle, no corrieron tantas suerte las visitas nocturnas del día 5 que finalmente tuvieron que anularse, debido a la situación de pandemia, y sustituirse por videollamadas a través de WhatsApp también solidarias que llegaron a decenas de niños ilusionados por poder charlar unos minutos con alguno de los Magos de Oriente. 

Así, y con el deseo de que en 2023 la actividad pueda ganar mayor normalidad, o sea como antes de la irrupción del coronavirus, los Reyes han abandonado la ciudad para regresar a sus hogares después de repartir su magia.