Vila-real empieza a recuperar, aunque de manera muy moderada, un sector de la construcción casi desaparecido en tres lustros. Y es que a la concesión de la primera licencia de obras en 10 años para la construcción de un edificio de viviendas plurifamiliares --como adelantó ayer Mediterráneo, que se levantará en la esquina de la avenida França con la calle Monestir de Poblet-- se suma la recuperación paulatina de algunos bloques de pisos que quedaron estancados y por acabar con la irrupción de la crisis inmobiliaria en el 2008 y que, ahora, han pasado a manos de nuevas mercantiles promotoras que han apostado por finalizarlos y sacarlos a la venta.
Según apunta el alcalde, José Benlloch, en los últimos años el Ayuntamiento ha trabajado «de forma decidida para intentar movilizar a empresas constructoras para que ofrezcan nuevas opciones y, últimamente, se están viendo los resultados, porque ya son tres o cuatro los inmuebles que estaban parados y que han recuperado la obra para acabarlos».
No son pocos las estructuras de edificios plurifamiliares que, con el frenazo de la construcción a causa de la crisis inmobiliaria del 2008, se quedaron en esqueletos de obra y que, hoy por hoy, siguen formando parte del paisaje urbano de Vila-real. Algunos de ellos están prácticamente acabados y otros tan solo en sus inicios. Todos ellos están, ahora, en manos de entidades financieras.
Al respecto, el munícipe incide en que «empieza a haber demanda, y muestra de ello es que las viviendas de la promoción que va a realizarse en la avenida França están casi todas vendidas», a lo que añade que «sobre la mesa hay varias promociones que están a la expectativa, porque se constata que hay interés por comprar».
Satisfacción
Benlloch se muestra satisfecho porque el trabajo que han venido haciendo en los últimos tiempos «empieza a dar sus frutos». Un trabajo que, como indica, incluye varias modificaciones puntuales de las normas urbanísticas «para eliminar limitaciones que dificultaban el que los promotores retomaran proyectos o presentaran otros nuevos». «Y estamos estudiando realizar algunos cambios más para facilitar la construcción de inmuebles y que estos puedan ser más atractivos y cuenten con espacios más abiertos y áreas ajardinadas», dice.
En este sentido, el primer edil asegura que lo que les comentan desde el sector es que «la gente tiende a demandar en mayor medida este tipo de viviendas más ventiladas y con terrazas, especialmente tras lo que ha supuesto la pandemia del covid, de manera que los nuevos compradores huyen de pisos muy cerrados».
Por su parte, el concejal de Territorio, Emilio Obiol, destaca que la reactivación de la construcción de edificios plurifamiliares «se está dando en todos los segmentos de la oferta, tanto para rentas medias-bajas como para las medias-altas». Con todo, recuerda que «la crisis inmobiliaria afectó a Vila-real «de una manera brutal».
Tanto es así que la práctica totalidad de empresas constructoras echaron el cierre hasta casi ser residuales en la ciudad.
