Vila-real se quedó en el 2021 sin su festival de cortometrajes. Dos fueron las causas que motivaron que no se llevara a cabo: por un lado, el cierre de la productora que hasta el 2020 organizaba la cita y, por otro, la pandemia del covid y las restricciones que han acompañado cualquier actividad.

Un impás que desde el Ayuntamiento de Vila-real se ha aprovechado para reinventar una cita que, con la del 2022, celebrará su 24ª edición. Y lo hará con nuevo nombre, cambio de dirección, de marca y de imagen. Así, Cineculpable pasa a llamarse VIST que, pese a las muchas novedades, mantendrá la esencia de un evento que arrancó en 1997 y que, durante este cuarto de siglo, no ha dejado de evolucionar y adaptarse a los constantes cambios sociales y tecnológicos en el sector.

«La apuesta por el cine y por los realizadores de nuestra tierra es una seña de identidad indiscutible de Vila-real, con el aval de la sólida trayectoria de un festival que se ha convertido por derecho propio en un referente en la exhibición de cine en formato corto en el ámbito nacional e internacional», señala la concejala de Juventud, Anna Vicens, quien añade que, al cumplirse 25 año de la primera edición del certamen, «ha llegado el momento de ampliar horizontes y redefinir la cita, sin perder nuestra esencia».

Como adelantó Mediterráneo a finales del pasado mes de noviembre, la asociación Sal de la Fila asume la dirección del festival. Al respecto, Vicens agradece a la entidad «su implicación». Un agradecimiento que hace extensible a Sonia de la Vega, anterior directora de uno de los eventos cabecera de la marca Ciudad de Festivales, Congresos y Eventos.

Punto de encuentro

El máximo responsable actual de la cita, Sergi Tellols, incide en que VIST«será un punto de encuentro entre público y profesionales, con espacio y tiempo para la proyección de cortometrajes y otras actividades para disfrutar con el audiovisual y el cine». Respecto al nombre, explica que «nos da muchas posibilidades y nos vincula al mundo cinematográfico, a lo audiovisual».

Una de las principales variaciones, más allá de su denominación, es la fecha de celebración que se adelanta de otoño a primavera (del 25 de marzo al 1 de abril) por lo que el festival ya ha empezado a recibir los primeros cortos que entrarán a concurso a través de la plataforma festhome.com.

Los interesados en presentar sus trabajos, realizados con posterioridad al 1 de septiembre del 2020 y que no podrán superar los 20 minutos de duración, tienen de plazo hasta el 15 de febrero. Como era habitual, y manteniendo la misma denominación, VIST reserva una categoría -premio Manuel Villarreal- para las piezas de realizadores nacidos o residentes en la provincia de Castellón, que deberán acreditar esta condición.

«A pesar de los cambios que se efectúan el festival internacional de cine mantiene toda su esencia de los orígenes», Anna Vicens.

Los premios

El festival repartirá en premios 5.100 euros en siete categorías: mejor cortometraje (1.800), el provincial Manuel Villarreal (.1.200), mejor corto en valenciano (600), premio del público (600), mejores interpretaciones masculina y femenina (300 euros a cada una), y mejor guión (300).

Vicens insiste en que, pese a los cambios en el festival, este no pierde su razón de ser originaria. «El impulso al sector audiovisual, a la creación cinematográfica y al talento de nuestros jóvenes, en particular en nuestra provincia, sigue siendo el motor que da sentido al Festival Internacional de Cine de Vila-real. Por eso, mantenemos una importante dotación de premios y una categoría especial para producciones de directores castellonenses», afirma.  

Trayectoria

Desde Argentina a Irán, pasando por Japón, Estados Unidos, la práctica totalidad de países europeos y otros muchos de los cinco continentes. Esta ha sido, a lo largo de sus 25 años de historia, la procedencia de los trabajos que, edición tras edición, han llegado por centenares para participar en el Festival Internacional de Cortos de Vila-real.

Imagen de uno de los momentos de la edición de Cineculpable de 2020, la última de la anterior etapa. MEDITERRÁNEO

En el año 1997 nació esta iniciativa que, con el paso del tiempo, se ha posicionado en el top ten de los mejores certámenes del mundo. Fuee la asociación local Planta Baixa la que puso en marcha el evento de referencia en la provincia y la Comunitat, en cuanto a cortometrajes se refiere.

Años después, Butaca 13 recogió el testigo e instaura nuevas secciones, como las de animación, cortos provinciales y la necesaria separación entre cine y video, a la vez que se da forma a actividades paralelas, como es el caso del exitoso Cinexprés.

Y tras la dirección de los vilarealenses Óscar Parra, Fili y Sergio Caballero, el festival da un importante salto hacia adelante y se profesionaliza hasta hoy.