Los gamberros han consumado la enésima agresión al edificio del Molí la Vila, rehabilitado en el 2018 para asegurar la conservación de este inmueble protegido en el catálogo del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
En esta ocasión, los vándalos han roto la cristalera de la puerta de acceso al interior de este edificio histórico que data del siglo XIV. Se desconoce si lo hicieron con una piedra de gran tamaño o a patadas, saltando el muro que rodea el inmueble en cuestión.
La concejala de Seguridad Ciudadana, Silvia Gómez, explica a Mediterráneo que desde el departamento de Servicios Públicos se trabaja en la instalación de una alarma, así como en la posterior colocación de cámaras capaces de advertir las agresiones a este elemento del patrimonio histórico de la ciudad y de captar las imágenes necesarias para identificar a los autores de las mismas.
Más vigilancia
Asimismo, Gómez hace hincapié en que «también se incrementa la vigilancia en la zona, dentro de las posibilidades que tiene la Policía Local». Y es que, en la actualidad, las numerosas jubilaciones de los últimos años, que hasta ahora no han podido cubrirse de manera total, merma la capacidad del cuerpo policial municipal para destinar más patrullas a este tipo de controles, de manera que se opta también por las nuevas tecnologías para su vigilancia.