La corporación municipal de Vila-real ha ratificado, en el transcurso de un pleno extraordinario y urgente, la modificación de la ordenanza fiscal reguladora del impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana, conocido como la plusvalía, que contempla la bonificación del 95% para la herencia de vivienda habitual entre cónyuges, además de fijar un tipo único de gravamen del 30%. El nuevo documento ha salido adelante con los votos favorables del PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem; la abstención de Ciudadanos y Vox; y la postura en contra del PP.

Con esta modificación de la ordenanza, el Ayuntamiento adecúa la normativa a los cambios legales aprobados por el Gobierno central tras la sentencia del Tribunal Constitucional, para poder seguir gestionando con garantías un impuesto que “aunque nos gustaría poder eliminar, hoy por hoy, es irrenunciable si queremos asegurar la financiación de los servicios públicos municipales”, ha aseverado el alcalde, José Benlloch, quien ha añadido que, pese a todo, el ejecutivo ha querido ser sensible introduciendo la bonificación en el caso de la herencia de la vivienda habitual entre cónyuges así como asegurando que el contribuyente podrá elegir la opción de liquidación que le resulte más ventajosa.

Liquidación acorde a los cambios en la ley

El primer edil ha explicado que era necesario adaptar la ordenanza municipal para poder seguir cobrando este impuesto con un método de cálculo de la liquidación acorde a los cambios introducidos en la ley, “con el fin de que pague quien realmente se enriquece con una venta o transmisión de una propiedad”. Benlloch ha reconocido que el equipo de gobierno ha optado por aplicar un gravamen único del 30% “porque tenemos dificultades económicas y es necesario tomar decisiones para garantizar los servicios públicos, especialmente en un momento en el que estamos pagando el triple por la electricidad y casi cuatro veces más por el gas”.

Precisamente, este ha sido el motivo en el que los populares han fundamentado su voto en contra. Al respecto, el edil del PP, Carlos Gil, ha explicado la postura negativa de su grupo en que "no queremos avalar una subida de impuestos encubierta", al referirse a que el gravamen oscilaba con anterioridad entre el 18% y el 28%.

Previsiones para el 2022

El Ayuntamiento de Vila-real tenía una previsión de ingresos de 1,5 millones de euros anuales por la plusvalía, “un dinero que es necesario para seguir prestando los servicios municipales” y que está en jaque tras la sentencia del Tribunal Constitucional que anuló el método de cálculo de este impuesto, dando pie a sentencias como la que obliga al Ayuntamiento a devolver cerca de medio millón de euros a la antigua Zirconio. Por este motivo, “tenemos que evitar que la modificación de la ordenanza desestabilice aún más las arcas municipales”, afirma Benlloch, “ya que no vamos a tocar ningún otro impuesto ni tasa municipal, porque lo más justo es tocar aquellos, como la plusvalía, en los que se podrá acreditar que paga más el contribuyente que ha tenido un enriquecimiento”.

Al mismo tiempo, el primer edil ha remarcado que la nueva ordenanza es también sensible con “situaciones que consideramos de justicia, como que las personas viudas no tengan que pagar prácticamente nada por este impuesto cuando hereden la vivienda habitual”. Asimismo, el Ayuntamiento también pasa de la autoliquidación a la liquidación directa para asesorar a los vecinos y que puedan acogerse al cálculo que les resulte más ventajoso a nivel económico.

En la sesión plenaria también de ha aprobado el pago de facturas pendientes del 2021, por un importe de 53.000 euros, así como el plan antifraude, un documento que la normativa europea exige para poder recibir subvenciones del programa Next Generation, según ha apuntado Benlloch. Este punto se ha aprobado con el voto favorable de todos los grupos municipales, a excepción de Vox, que se ha abstenido.