El alcalde de Vila-real, José Benlloch, plantea la posibilidad de sacar del Programa de Actuación Integrada (PAI) de la zona residencial del Madrigal algunas unidades de ejecución para desarrollarlas por gestión directa desde el Ayuntamiento para, posteriormente, trasladar las cuotas a los dueños de viviendas o parcelas. Eso sí, se trataría de aquellas que cuentan con un menor número de masets construidos, con el objetivo de que, en el caso de conflicto con el agente urbanizador --que ya ha cambiado de manos al menos cuatro veces en los últimos años--, la indemnización a pagar por el consistorio sea la mínima posible.
Benlloch reconoce que, en el último año, no se ha dado ningún movimiento para negociar con el actual propietario de los derechos de urbanización de este sector residencial, a la espera de poder acogerse a la nueva normativa urbanística que ha puesto en marcha la Generalitat conocida como la de Limitación de Impacto.
Nuevas posibilidades
«Conocedores de que se abrirían nuevas posibilidades, preferimos esperar para poder diseñar de otra manera el nuevo Madrigal del siglo XXI», señala el munícipe, quien comenta que la legislación en cuestión --que explicó recientemente el director general de Urbanismo, Vicent García Nebot, a funcionarios relacionados con la Concejalía de Territorio, así como a los responsables de las empresas colaboradores con el consistorio en esta materia-- «da la posibilidad de sacar algunas unidades de ejecución de este programa», con el fin de proceder a su desarrollo.
Para Benlloch, «se trata de un PAI que en 25 años no se ha ejecutado porque, entre otras cosas, desde el primer día era inviable». Y es que los elevados costes de urbanización suponen un importante obstáculo, por cuanto son muchos los propietarios que todavía cuentan con huertos de naranjos o campos de cultivo y que no se muestran dispuestos a abonar una gran cantidad de dinero para instalar los sistemas generales de agua y alcantarillado.
El alcalde considera que la solución pasa por reducir los costes, suprimiendo la conexión a esos sistemas generales para acogerse a la legislación actual que permitiría que varios masets pudieran agruparse para construir una pequeña depuradora para darles el servicio necesario y, de esta forma, evitar los pozos negros que, hoy por hoy, dominan el subsuelo de esta área de viviendas aisladas.
Uso de los pozos
Asimismo, el primer edil vila-realense apuesta por modernizar las canalizaciones que ya dan servicio de agua desde los pozos de riego a los masets que, afirma, «incluso se traduciría en un coste menor para los vecinos». En este sentido, muchas de estas viviendas disponen de piscinas en su parcela lo que, de conectarse al sistema actual, supondría un coste muy elevado.
Y en lo relativo al alumbrado público, insiste en que «la tecnología avanza mucho y cada vez se mejora más la eficiencia de las luminarias que funcionan con energía solar, lo que también evitaría obras y la instalación subterránea del cableado eléctrico».
