La ronda suroeste de Vila-real ya es una realidad. Tras casi tres décadas de promesas, un proyecto paralizado por el camino y dos años de obras, la circunvalación de la ciudad abrió ayer definitivamente al tráfico, una vez el alcalde, José Benlloch, y el conseller de Política Territorial, Arcadi España, firmaron la recepción de la infraestructura, que ha supuesto una inversión de 7,8 millones de euros de la Generalitat y otros 4,6 que tuvo que pagar el Ayuntamiento en expropiaciones en el año 2011.
Benlloch y España, acompañados por el concejal de Territorio y director territorial de la Conselleria, Emilio Obiol, destacaron la relevancia de una actuación que supondrá «un antes y un después en las comunicaciones de la Plana y del eje azulejero».
El conseller aseguró que este vial permitirá a la ciudad y su entorno ganar competitividad y calidad de vida, tanto para los trabajadores como para la ciudadanía.
Por su parte, el primer edil de la ciudad apuntó que esta carretera «es ya la cara de esta nueva Vila-real del siglo XXI a cuatro espacios de referencia para la ciudad y para nuestro futuro: una empresa internacional como es Porcelanosa, el Centro de Tecnificación Deportiva, la futura pista de atletismo y, un poco más allá, el IES Miralcamp y la Ciudad Deportiva del Villarreal» y añadió que pese a tener que perfilar algunos aspectos en lo local, era el momento de abrir al tráfico esta infraestructura.
Conexión a la nacional
Respecto al principal escollo pendiente, la conexión con la N-340, el responsable de Obra Pública apuntó que en cuanto se «aclare» el agente urbanizador del PAI, existe el compromiso de la Generalitat de iniciar el proceso para finalizar el tramo pendiente. A este respecto, Benlloch apuntó en una entrevista a Medi TV que el Grupo Pamesa estaría dispuesto a asumir el coste de un enlace a distinto nivel, valorado en unos dos millones de euros, que podría estar en unos dos años.
La ronda, de unos dos kilómetros, está formada por cuatro tramos principales y cinco enlaces, a nivel y resueltos con glorietas, con un diseño que permite el futuro desdoblamiento por el lado este.
