Sonoros volteos de campanas han anunciado a los vila-realenses la llegada del día grande en honor al patrón de la ciudad, Sant Pasqual. Un día en el que no ha faltado la misa pontifical que ha estado oficiada y presidida por el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, que ha estado asistido por alrededor de 40 sacerdotes de las parroquias de Vila-real y de otros municipios.
Una misa que se ha desarrollado con un lleno total de la basílica y con la presencia, entre otros, de varios de los hijos predilectos de Vila-real, así como de la corporación municipal encabezada por el alcalde, José Benlloch, y la reina de las fiestas María Carmona y las damas de su corte. Precisamente, las festeras han participado activamente en la homilía, entre otras cosas, en el momento de las plegarias y protagonizando algunas lecturas del Evangelio.
López Llorente ha hecho hincapié en la santidad de Sant Pasqual, así como en su vida de pobreza y entregada a los más pobres y enfermos. Una vida que ha invitado a los presentes a imitar. Tampoco ha faltado una sutil referencia a la guerra de Ucrania, cuando ha instado a los cristianos a acoger a los refugiados que huyen del horror bélico.
Como de costumbre, el toque solemne a la celebración religiosa lo ha dado la música y las voces de los integrantes de la Coral Sant Jaume, Veus de Cambra, la Orquestra Supramúsica y la Unión Musical La Lira.
Durante la eucaristía, el obispo ha utilizado el cáliz del que el Papa Alejandro VIII en 1690 en la ceremonia de canonización del fraile franciscano Pascual Baylon, que custodian las Hermanas Clarisas del convento de Sant Pasqual y puede contemplarse como una de las joyas del Museu del Pouet del Sant.
Procesión vespertina
Ya por la tarde, miles de personas han participado o han seguido a pie de calle la procesión que ha recorrido buena parte de las calles céntricas de la ciudad. De nuevo, las campanas han sonado con fuerza en la salida y al regreso de la imagen de Sant Pasqual, acompañada por sus portadores, debidamente ataviados como pastorets.
En el desfile religioso no han faltado, además de decenas de devotos, los integrantes de entidades sociales y religiosas de la ciudad, así como los niños y niñas que este año han tomado la comunión, y los pastorets y pastoretes que han danzado durante todo el recorrido el baile tradicional que se representa en este evento.
