Cerca de 1.800 peñistas se han reunido hoy en la zona de la avenida de La Murà acotada para las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia, entre el Cedre y la calle Ramón y Cajal, para tomar parte en una de las citas más multitudinarias de las celebraciones patronales de la ciudad, como es el concurso y posterior comida de paellas de la Comissió de Penyes.
Cierto es que son muchos los colectivos festeros que, una vez elaborada y puntuada su paella, prefieren desplazarse hasta sus repectivos casals para degustar el típico plato valenciano. No obstante, otros muchos han preferido quedarse en La Murà para compartir el primer gran acontecimiento gastronómico de la Mare de Déu de Gràcia con amigos e integrantes de otras peñas con los que, muy probablemente, no habían coincidido durante el verano. Entre ellos se encontraban, además de la reina y su corte de honor, el alcalde de la ciudad, José Benlloch, que ha podido comprobar la difícil tarea del jurado para escogar las tres mejores paellas.
El aroma de leña y del caldo de la paella hirviendo mientras se cocía el arroz han inundado los alrededores de este centro neurálgico de la fiesta, mientras un jurado experto, en el que no han faltado las representantes festivas de este año, ha valorado cada una de las paellas para decidir cuáles tenían mejor sabor y cuáles una mejor imagen.
Y, en esta ocasión, ha sido la elaborada por la peña Els de Siempre. Y a ellos les han seguido las que han tenido como chefs a los integrantes de las peñas Xanxull y La Nostra, en segunda y tercera posición.
