Bienve Mata lleva 20 años al frente de El Món d’Ausiàs, el que acaba de reconocerse como el mejor comercio urbano de España, en la primera edición de los premios convocados por la Confederación Española de Comercio (CEC), que se entregaron días atrás en Sevilla coincidiendo con el Spain Retail Congress. Y es que el trabajo bien hecho durante dos décadas merece, sin duda, tener este reconocimiento.
En declaraciones efectuadas tras recibir el galardón, Mata incidió en que es un premio al «esfuerzo y la ilusión» que caracteriza su trabajo y el de sus dos empleadas, Mª Ángeles Silvestre y Lorena Pons, así como la ilusión que ponen cada día desde el mismo momento de levantar la persiana. «Nuestra apuesta es el trato directo con el cliente», explica a Mediterráneo. Y es que no hay nada como el contacto de tú a tú a la hora de asesorar, resolver dudas o atender las demandas de quienes entran en su tienda.
El concepto de su establecimiento es el del típico comercio de barrio, pero con la amplitud suficiente para que sus usuarios se encuentren a gusto. Algo a lo que no solo contribuyen sus 130 m² de establecimiento, sino también el trato del personal.
El olor a libros nuevos se deja notar en cuanto se accede al interior de esta librería que se ubica en la esquina de las calles Ausiàs March -la que le da el nombre- y Pare Lluís Maria Llop.
«Me faltan unos años para jubilarme, pero si algo tengo muy claro es que continuaré trabajando a diario con ímpetu y renovando la tienda para que no pierda todo lo que hemos logrados en estos años», asevera Bienve Mata.
Asociacionismo
Esta emprendedora vila-realense no duda a la hora de defender el asociacionismo del sector comercial como garantía de éxito y de protección del pequeño comercio. No en vano su establecimiento está asociado a la Unió de Comerç de Vila-real (Ucovi), que a su vez forma parte de la entidad autonómica Confecomerç. «Son como el paraguas del sector y ahí están, representando nuestros intereses», afirma Mata convencida.
Y es que para esta librera de vocación -antes de montar su negocio, trabajó durante 18 años en La Gavina de Castelló-, aunque las nuevas tecnologías van ganando terreno, el libro en papel mantiene el tipo y, pese al riesgo que entrañaban los electrónicos al inicio, «la gente continúa prefiriendo pasar y tocar las hojas», a la vez que se muestra satisfecha porque «buena parte de la clientela son jóvenes».
Una librería del siglo XXI, pero con los pilares de siempre.
