Una vecina de de Vila-real, llegada a la ciudad hace algunas semanas desde Petrer, ha iniciado una recogida de firmas en diferentes establecimientos especializados en animales de compañía, con el objetivo de solicitar al Ayuntamiento la creación de un cementerio público para mascotas.

Así lo lo hizo llegar Rachel Blanco a la concejala del área de Bienestar Animal, Miriam Caravaca, quien considera que se trata de una propuesta interesante, pero que, por su complejidad y ante las limitaciones presupuestarias del consistorio, no puede realizarse en la actualidad, "por cuanto estamos trabajando en otros proyectos que consideramos prioritarios, como es la creación de una colonia felina controlada o el programa de esterilización de gatos".

Y es que, la realización de un cementerio de mascotas no solo requeriría encontrar un espacio idóneo sino que tendría que regularse su funcionamiento a través de una normativa propia, como ocurre con el camposanto municipal, adaptada a las exigencias de lo que establece la ley en materia de sanidad animal.

Sensibilidad e iniciativas

"El ejecutivo local de Vila-real es muy sensible con nuestras mascotas y así lo hemos demostrado con multitud de iniciativas, como los parques caninos o el convenio con Gats de Barri para el control de colonias felinas. Me parece una propuesta interesante y trabajamos en la línea de poder desarrollar también alguna iniciativa de estas características cuando sea posible. En estos momentos, con las graves dificultades que atraviesa el Ayuntamiento, tenemos que priorizar aquellos proyectos más urgentes y que tenemos más avanzados".

Cabe recordar que la ley prohíbe expresamente enterrar animales muertos en cualquier lugar, por cuestiones de salubridad pública, bajo una posible sanción de 1.600 euros. Ello obliga a los propietarios de mascotas a incinerarlas cuando fallecen mediante la gestión de un establecimiento veterinario o en empresas dedicadas expresamente a ello.